viernes, 11 de junio de 2010
La Verdad Obrera nro 378 - Los que patean contra el 35%
LOS KIRCHNER JUDICIALIZAN LA PROTESTA DE GUALEGUAYCHU Y JUNTO A EMPRESARIOS Y BUROCRATAS QUIEREN PONER FRENO AL RECLAMO SALARIAL
Los que patean contra el 35%
Fecha: Jueves 10 de junio de 2010
Desde la mañana temprano, el 9 de junio, el gobierno de Cristina Fernández, por boca de su ministro de Justicia, Julio Alak, declaraba que estaba dispuesto a hacer cumplir la orden judicial que pedía el desalojo de los asambleístas de Gualeguaychú. “Queremos que el puente quede liberado porque las resoluciones judiciales hay que cumplirlas”, declaraba.
Finalmente, los Kirchner no se animaron a reprimir a quienes protagonizan desde hace más de tres años y medio la ocupación del puente contra la instalación de la papelera Botnia. El costo político a pagar era alto ante la perspectiva de resistencia. El gobierno “nacional y popular” optó entonces por judicializar la protesta denunciando penal y civilmente a los manifestantes.
Toda una muestra de un giro hacia la idea de “orden”, con respecto al discurso “progre” al que nos tiene acostumbrado el gobierno “de los derechos humanos”. De “causa nacional” contra las pasteras, los ambientalistas pasaron ser los responsables de todos los males de este mundo, acusados ahora de “entorpecer el funcionamiento de los transportes”, “amenazas agravadas”, “daños a bienes públicos”, “instigación a cometer delitos” y hasta de “homicidio culposo”.
Al ponerse en primera fila de la querella contra los asambleístas, los Kirchner están buscando, por el camino indirecto de la judicialización, una vía para recomponer la autoridad punitiva del Estado capitalista. La verdad es que el gobierno está limitado para reprimir abiertamente por lo que podríamos llamar el “síndrome” del Puente Pueyrredón, cuando el gobierno de Duhalde, el 26 de junio de 2002, asesinó a los militantes del movimiento piquetero Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Recurrir a la represión directa lo llevaría a perder parte del capital político que le permite sostener su discurso progresista. Pero mal que les pese a los intelectuales K de “Carta Abierta”, el gobierno asume en parte, el discurso de la derecha. Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires acaba de instruir a sus fiscales para pedir el arresto por 50 días de los militantes estudiantiles de En Clave ROJA y nuestro partido, Jessica Calcagno, Patricio del Corro y Juan Oribe (vicepresidente del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras). Ellos fueron parte de las manifestaciones del año pasado en Callao y Corrientes en apoyo a los trabajadores de Kraft. No hay tiempo que perder, ya mismo hay que impulsar una gran campaña junto a las organizaciones de izquierda, la CTA, las organizaciones obreras combativas y todas las que se reclaman democráticas, contra el ataque del gobierno nacional y la justicia a los asambleístas de Gualeguaychú y contra el gobierno de Macri que persigue a los estudiantes combativos y solidarios con las luchas de la clase obrera.
Operativo contra el 35%
Con el endurecimiento frente a la “protesta social”, el gobierno también apunta a satisfacer los reclamos de los empresarios que piden “moderación” en las paritarias, que se ponga fin a la “acción directa” y a la presión del “sindicalismo de base”. Hace pocos días un comunicado de la Junta Directiva de la UIA condenaba “las acciones directas que en algunos casos se manifiestan en parálisis de la actividad y en situaciones inéditas como el no acatamiento de las medidas de conciliación obligatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo”.
Los Kirchner cierran filas junto a la patronal y cuentan para ellos con la colaboración de la burocracia sindical de Moyano y Yasky, para ponerle un freno al “efecto 35%”.
El primer paso lo dio el recontra-alcahuete Andrés Rodríguez de UPCN, un dirigente millonario conocido por su apasionamiento hacia los caballos, dueño de un haras y que hasta integra el staff de la Sociedad Rural Argentina. El 3 de junio le puso la firma a un convenio que decía que los estatales nacionales recibirán un 21% en dos cuotas, y lo justificaba mintiendo que el “promedio de salario mínimo en la administración central es de $4.100”. De esta manera, Cristina Fernández le daba la esperada señal de tranquilidad a los empresarios, disponiéndose a pagar uno de los precios más baratos de la fuerza de trabajo arreglados hasta el momento. Ya lo había dicho clarito el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, contra los reclamos superiores al 30%: “todo tiene un límite”.
Es el camino de todo un equipo que patea contra los reclamos de los trabajadores: Oscar Lescano, de Luz y Fuerza, cerró por un 23% con las grandes empresas de energía. Mario Manrique, del SMATA, pedirá el 25% a las automotrices que esperan un año récord de ganancias. Hugo Yasky de la CTA acordó el 23,5% para los docentes, y dejó solos a los docentes neuquinos que peleaban por más. El mismo Moyano que ahora reclama el 31% -eso sí, sólo para su gremio-, se pasó toda la semana diciendo que las subas superiores al 30% no podían ser tomadas “como referencia” y que “tenemos que tener la prudencia y la responsabilidad de no producir una carrera alocada del salario, porque quién se perjudica es el trabajador”. Agradecido, el capo de la UIA, Héctor Méndez, celebraba la intervención del gobierno y de la CGT diciendo “se serenaron las aguas” en la pulseada salarial. Estaba en sintonía con sus pares, todos sumergidos en la ‘psicosis del 35’.
Lo actuado por los dirigentes sindicales es una demostración de cuál es el papel que juega la burocracia sindical. Agentes de la patronal y su Estado al interior del movimiento obrero, repletos de privilegios, para traicionar y negociar nuestras condiciones de trabajo y el salario de los trabajadores. Es el principal escollo para que los trabajadores avancen políticamente, se organicen y hagan valer con la lucha sus derechos. Su razón de ser es la necesidad de los empresarios y los gobiernos de controlar y mantener a raya a la clase obrera para garantizar el orden burgués. Cuando la burocracia sindical se pone al frente de alguna acción es para evitar ser sobrepasada por una base que la presiona, porque temen que los trabajadores le pasen por encima o avancen hacia posiciones combativas y anticapitalistas. Ese es justamente el temor que tuvieron en el gremio de la alimentación, ante el avance de las fuerzas clasistas en Kraft y PepsiCo, y ante el parazo de los compañeros de Arcor en Córdoba.
Por el camino de Kraft, PepsiCo y Arcor
La primera tarea que tenemos los trabajadores es combatirlos para recuperar nuestros sindicatos como organizaciones de lucha. En la actual situación las paritarias son el escenario para pelear por el salario y por las condiciones de trabajo, pero también contra los dirigentes sindicales burocráticos.
Al día de hoy sólo se han firmado el 25% de las paritarias. No está dicho que los dirigentes traidores, aliados de los empresarios y del gobierno, puedan imponer sus planes para frenar el “efecto 35%”. Neumático, Telefónicos, Jaboneros, Petroleros, Portuarios: la bronca por el salario es extendida y cuenta como acicate la continua aumento del costo de vida debido a la inflación.
Consignas como la reapertura de las paritarias, la exigencia de un aumento del 35% de salario para avanzar hacia un salario equivalente al costo de la canasta familiar, la elección de delegados en la base, están a la orden del día. Así también las reivindicaciones que permitan unir a toda la clase obrera -contratados, permanentes, en negro- para pelear contra la flexibilización laboral y el trabajo en negro y por la derogación de todas las leyes esclavistas de los ’90 que permanecen.
Para pelear al interior de los gremios y sindicatos, ganemos a la base trabajadora para esta perspectiva. Sigamos impulsando la construcción de oposiciones clasistas en los gremios, como los compañeros de Kraft y PepsiCo, que ahora han dado un gran paso adelante con su convocatoria al Encuentro para el 31 de julio en la zona norte del Gran Buenos Aires, junto al SUTNA San Fernando y otras comisiones internas.
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Editoriales Nacionales
lunes, 7 de junio de 2010
La Verdad Obrera nro 377 - REAPERTURA DE LAS PARITARIAS: 35% DE PISO, TODOS A CONVENIO
El camino de Kraft, PepsiCo y Arcor
Fecha: Jueves 3 de junio de 2010
‘Vamos bajando la cuesta’. Es como si Serrat hubiese escrito aquella canción por estos días, sentado en alguna estación ferroviaria del Gran Buenos Aires. Se acabó la fiesta. Tras el aniversario del Bicentenario vuelve a colarse en el escenario político nacional ‘el país real’, el de los millones que viven de su trabajo y no les alcanza el sueldo para vivir. “Y con la resaca a cuestas vuelve el pobre a su pobreza, vuelve el rico a su riqueza y el señor cura a sus misas. Se despertó el bien y el mal, la zorra pobre al portal, la zorra rica al rosal, y el avaro a las divisas”.
Desde la tribuna del 25 de Mayo Cristina Kirchner se cansó de elevar loas al peronismo, al país de la conciliación entre el capital y el trabajo. “Un país para todos”, dijo, donde tenemos que tirar todos juntos en pos del objetivo superior, la patria y la nación: los que viajan en primera, los de clase turista y los que están en el andén. Desde el ala “progresista” del gobierno se divulgan los objetivos ‘superiores’ de los K. En el programa 6, 7, 8 del domingo pasado pudimos escuchar a Estela De Carlotto aclarando que “lo importante es que la gente fue a festejar sin protestas. Sin decir yo quiero ganar más o cosas por el estilo. Nadie fue con el reclamito...”
Mal que le pese a los Kirchner, a la burocracia sindical y hasta a Doña Estela, el “efecto Kraft-PepsiCo-Arcor” hizo subir el piso salarial.
“Nace el efecto 35 %”
Ya es un lugar común leer en los medios de comunicación que los capos de la burocracia sindical fueron desbordados por los reclamos salariales de los trabajadores, tras firmarse el 35,2% en el gremio de la alimentación. Imposible entender ese número por obra y gracia de Rodolfo Daer, un burócrata de tradición menemista acostumbrado a firmar a la baja en todas las negociaciones. Tampoco de Hugo Moyano, que desde que se abrieron las rondas de paritarias siempre llamó a la moderación. Alcanza con recordar que en la primera etapa de las negociaciones varios sindicatos cerraron acuerdos en torno al 25%, como bancarios y metalúrgicos. ¿Yasky? El dirigente de la CTA -devenido kirchnerista– fue uno de los primeros en poner el techo debajo del 25%, con la paritaria docente.
El reclamo viene desde abajo. Los trabajadores y la comisión interna de Alicorp, la ex Jabón Federal, cortaron esta semana Camino de Cintura para reclamar el 40%. Este jueves marchan los trabajadores de FATE y el SUTNA al Ministerio de Trabajo, exigiendo 35 % de aumento. Los diarios reflejan que hay un antes y un después del día que se firmó el aumento en la Alimentación que está “empujando al resto de los gremios a repactar incrementos... Así las cosas, desde aquél 18 de mayo a la fecha, es decir en apenas 15 días, unos 16 sectores se subieron al “efecto 35” que desparramara el gremio alimenticio. A razón de uno por día: Luz y Fuerza, Comercio, SMATA, Petroleros, Construcción...”. (Infobae).
Psicosis
Héctor Méndez, el reservado jefe de la Unión Industrial Argentina, ha perdido toda compostura y está al borde de un ataque de nervios. El hombre no duda en hablar de “psicosis” ante los reclamos, amenazando con una escalada del aumento de los precios. Es un verdadero cínico. Llora como si los estuviesen matando porque ahora va a tener que pagar salarios de... 3.000 pesos (que encima -gracias al acuerdo de Daer- se llegará esa cifra recién en abril de 2011).
Pero el llanto de Méndez y sus amigos parece encontrar algún consuelo. En la tapa del conocido diario de la city, el Cronista Comercial se define el resultado del desayuno entre los empresarios y el jefe de la CGT: “Moyano racional: no corresponde usar la pauta del 35% para todos los salarios”. El secretario general de la CGT por las dudas aclaró: “pareciera que se alentara a que los gremios se desborden en el pedido de aumento salarial. Esto no va a pasar. Los dirigentes saben cuál es la responsabilidad que tienen en este tipo de procesos”. ¿De qué racionalidad habla? Mientras varios gremios ya calculan en 4.000 pesos el valor de la canasta familiar, la mitad de los trabajadores todavía gana menos de 2.000$.
Las ganancias de los empresarios, en cambio, no paran de crecer, y en esto sí tiene que ver el “colchón de precios” que se vienen haciendo, inflación mediante, que castiga los bolsillos de los sectores populares. En el primer trimestre Arcor aumentó sus ganancias un 74 %, Aluar y Siderar ganaron más de $ 300 millones en los primeros meses de este año. Ni hablar de las telefónicas y los bancos.
Y pensar que Eduardo Buzzi de la Federación Agraria Sojera, el amigo de De Gennaro ahora apadrinado por Duhalde, reclama una devaluación del mismo orden del reclamo salarial porque, dice, “los pedidos de un 35 al 40% de aumento” estarían indicando la verdadera inflación y el “retraso cambiario”.
Por el camino del sindicalismo de base
A los renovados desayunos “entre el capital y el trabajo” hay que oponerles otro tipo de reuniones, de reagrupamientos. Vale el ejemplo de la comisión ejecutiva del Sindicato del Neumático de San Fernando (Fate) y la Comisión Interna de Kraft-Terrabusi, que hacen una convocatoria a todas las comisiones internas antiburocráticas y antipatronales de la zona norte, para reunirse el 4 de junio en la sede de la Seccional del SUTNA. Como plantean en su convocatoria, “el conflicto de la alimentación, gracias a la existencia de una oposición combativa, rompió el esquema del gobierno, las patronales y la burocracia sindical que tenían para este año a nivel salarial”. En ese marco, los compañeros convocan a trabajar en conjunto, avanzar en la coordinación en la zona norte, para enfrentar los ataques de las empresas con los juicios de desafuero, apoyar los conflictos, promover la elección de delegados en los lugares de trabajo. “Y para discutir también en cómo damos pasos concretos en el camino de barrer a la burocracia sindical de nuestras organizaciones de lucha, sobre todo allí donde ya existe oposición extendida como en alimentación y el neumático”.
Es un momento clave para avanzar en estas tareas. En Cutral-Co, los obreros de Stefani y el Sindicato Ceramista se enfrentan al cierre patronal. Lejos de las salidas que el gobierno ha impuesto en Massuh, Paraná Metal, o Mahle que implican despidos y rebajas salariales, se plantean una lucha por defender los puestos de trabajo, los salarios adeudados y todos los derechos adquiridos por los trabajadores de Stefani, y si la patronal no está dispuesta a reconocer esto, luchar por la expropiación y puesta en funcionamiento bajo gestión obrera.
En Córdoba, los trabajadores de Arcor-Bagley luchan por la reincorporación de 6 de sus compañeros despedidos, tras el conflicto salarial.
Estos son los ejemplos que tenemos que apoyar. Pero por sobre todo, hay que pelear en cada lugar de trabajo, y en los gremios. Contra los acuerdos de las cúpulas sindicales y la UIA, para reabrir las paritarias, siguiendo el camino que marcaron los obreros de Kraft, Pepsico y Arcor. Para que ningún gremio quede por debajo del 35 %. Hay que impulsar asambleas en todas las fábricas y establecimientos para decidir por nuestra cuenta los reclamos y por la plena legalidad para elegir delegados de base. Para que las paritarias no se circunscriban solamente a la cuestión salarial sino también a las condiciones de trabajo. Para que todos los trabajadores precarizados y en negro pasen a convenio, la efectivización de todos los contratados y acabar con la flexibilización laboral anulando toda la legislación esclavista que subsiste bajo los Kirchner y perviven desde la década del ’90.
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¿Te acordás hermano qué tiempos aquellos?
Con ganas de hacerse notar tras la “fiesta del Bicentenario”, donde parece que los Kirchner prefirieron esconderlo porque es uno de los impresentables junto a los intendentes, Hugo Moyano realizó un acto “en conmemoración de la marcha contra el FMI”. Se refiere al 31 de mayo de 2000 cuando –junto a la CTA- el MTA de Moyano se movilizó a Plaza de Mayo, reuniendo a 40 mil trabajadores. Era el principio del fin del gobierno de De la Rúa. “Vamos a hacer cacerolazos, apagones, les vamos a pegar donde les duele, vamos a llamar a una desobediencia fiscal para que el esfuerzo de los argentinos no se lo lleve la deuda externa” decía el líder de la CGT. “Este pueblo organizado que derrotó a la dictadura militar también va a derrotar a la dictadura financiera” cerraba. La realidad es que el gobierno kirchnerista es el gobierno que más deuda externa ha pagado, más de 45 mil millones de dólares en siete años, y con el nuevo canje la deuda llegará a más de 160 mil millones. ¿La patria financiera? Ahí anda, contenta: ganaron 8.100 millones de pesos el último año.
R. W. y L. A,
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Dicen los diarios: “Los gremios peronistas y los nuevos sindicalistas de izquierda”
En la ruptura de los topes salariales tuvo que ver, y mucho, la combativa comisión interna de Kraft. Junto a la interna de Pepsico, delegados de Stani y activistas de la Agrupación Desde Abajo, protagonizaron las primeras acciones para exigir el aumento. Fue el viernes 12 de marzo, con una movilización por el centro de la Capital. Lo que siguió es historia conocida. Rodolfo Daer tuvo que ponerse al frente de un plan de lucha cuando -al calor del ejemplo de Kraft y PepsiCo- las obreras y obreros de Arcor en Córdoba irrumpieron con una fuerza imparable en la huelga de casi 30 días. Para muestra, vale recordar cómo lo vieron los medios patronales.
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“Quisieron contener a los nuevos sindicalistas de izquierda”
“Néstor [Kirchner] está encantado con los festejos del Bicentenario y cree que le renovaron el apoyo y que la gente no tiene que enfrentar malas noticias; los gremios peronistas que quisieron contener a los nuevos sindicalistas de izquierda de la alimentación casi fueron desbordados. Con ese panorama nadie va a pisar el freno”, asegura otro empresario. (La Nación, 28 de mayo).
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“Pujan por desautorizar al sindicato justicialista”
Es importante destacar la existencia de núcleos que pujan por desautorizar al sindicato justicialista. (...) De hecho, eso es lo que ocurrió en la alimentación, con comisiones internas disidentes que siempre pidieron reclamos desproporcionados, para diferenciarse del sindicato. (El Cronista, 30 de mayo).
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“Están desbordados”
La percepción de los empresarios es que las bases de los gremios están teniendo un excesivo protagonismo en la discusión. Ponen como ejemplo la toma de las plantas de Arcor, que se extendió durante 23 días, y los cortes en la Panamericana por Kraft. “Están desbordados y eso es siempre un problema”, dijeron en la UIA. (La Nación, 19 de Mayo).
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“Sembradío fértil de comisiones internas de izquierda”
Voceros de las industrias de alimentos reconocían ayer que la intención de aceptar este año un alza salarial con un nivel del 35% se debe fundamentalmente a la decisión corporativa de reforzar la posición dentro del gremio de la actual conducción de modo de hacer frente al sembradío fértil de comisiones internas de izquierda que se están multiplicando al estilo Kraft. (Ambito Financiero, 19 de mayo).
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“Las bases presionan por un aumento salarial del 35%”
“Ayer, unos 400 trabajadores de Kraft y PepsiCo marcharon en reclamo de aumentos salariales y de la reincorporación de trabajadores suspendidos. Exigían a los dirigentes del gremio que pidieran a las patronales un incremento del 35%.
Por la tarde, en una reunión presidida por el titular del gremio, Rodolfo Daer, plantearon la necesidad de un plan de lucha conjunta de todo el gremio”. (Clarín, sábado 13 de marzo).
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“Avance de la izquierda en los sindicatos”
El acuerdo de la alimentación es muy relevante con independencia de su resultado, ya que afecta a la industria más competitiva del país. Daer también consiguió lo que se propuso amparándose en que existe hoy un avance de la izquierda en los sindicatos. Su 32,5% sería inexplicable sin el tórrido conflicto de Kraft del año pasado. (La Nación, 20 de Mayo).
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“Y en solidaridad”
El delegado Oscar Coria dijo que el corte se realizó para “exigir un 35 por ciento de incremento salarial y en solidaridad con los trabajadores de Arcor en Córdoba y de Felfort”.
Los empleados liberaron la zona, donde había una fuerte presencia de Infantería, por lo que el tránsito comenzó a reanudarse lentamente, pero advirtieron que “la lucha va a continuar” hasta que otorguen un aumento salarial del 35 por ciento. (Página 12, 28 de abril).
Fecha: Jueves 3 de junio de 2010
‘Vamos bajando la cuesta’. Es como si Serrat hubiese escrito aquella canción por estos días, sentado en alguna estación ferroviaria del Gran Buenos Aires. Se acabó la fiesta. Tras el aniversario del Bicentenario vuelve a colarse en el escenario político nacional ‘el país real’, el de los millones que viven de su trabajo y no les alcanza el sueldo para vivir. “Y con la resaca a cuestas vuelve el pobre a su pobreza, vuelve el rico a su riqueza y el señor cura a sus misas. Se despertó el bien y el mal, la zorra pobre al portal, la zorra rica al rosal, y el avaro a las divisas”.
Desde la tribuna del 25 de Mayo Cristina Kirchner se cansó de elevar loas al peronismo, al país de la conciliación entre el capital y el trabajo. “Un país para todos”, dijo, donde tenemos que tirar todos juntos en pos del objetivo superior, la patria y la nación: los que viajan en primera, los de clase turista y los que están en el andén. Desde el ala “progresista” del gobierno se divulgan los objetivos ‘superiores’ de los K. En el programa 6, 7, 8 del domingo pasado pudimos escuchar a Estela De Carlotto aclarando que “lo importante es que la gente fue a festejar sin protestas. Sin decir yo quiero ganar más o cosas por el estilo. Nadie fue con el reclamito...”
Mal que le pese a los Kirchner, a la burocracia sindical y hasta a Doña Estela, el “efecto Kraft-PepsiCo-Arcor” hizo subir el piso salarial.
“Nace el efecto 35 %”
Ya es un lugar común leer en los medios de comunicación que los capos de la burocracia sindical fueron desbordados por los reclamos salariales de los trabajadores, tras firmarse el 35,2% en el gremio de la alimentación. Imposible entender ese número por obra y gracia de Rodolfo Daer, un burócrata de tradición menemista acostumbrado a firmar a la baja en todas las negociaciones. Tampoco de Hugo Moyano, que desde que se abrieron las rondas de paritarias siempre llamó a la moderación. Alcanza con recordar que en la primera etapa de las negociaciones varios sindicatos cerraron acuerdos en torno al 25%, como bancarios y metalúrgicos. ¿Yasky? El dirigente de la CTA -devenido kirchnerista– fue uno de los primeros en poner el techo debajo del 25%, con la paritaria docente.
El reclamo viene desde abajo. Los trabajadores y la comisión interna de Alicorp, la ex Jabón Federal, cortaron esta semana Camino de Cintura para reclamar el 40%. Este jueves marchan los trabajadores de FATE y el SUTNA al Ministerio de Trabajo, exigiendo 35 % de aumento. Los diarios reflejan que hay un antes y un después del día que se firmó el aumento en la Alimentación que está “empujando al resto de los gremios a repactar incrementos... Así las cosas, desde aquél 18 de mayo a la fecha, es decir en apenas 15 días, unos 16 sectores se subieron al “efecto 35” que desparramara el gremio alimenticio. A razón de uno por día: Luz y Fuerza, Comercio, SMATA, Petroleros, Construcción...”. (Infobae).
Psicosis
Héctor Méndez, el reservado jefe de la Unión Industrial Argentina, ha perdido toda compostura y está al borde de un ataque de nervios. El hombre no duda en hablar de “psicosis” ante los reclamos, amenazando con una escalada del aumento de los precios. Es un verdadero cínico. Llora como si los estuviesen matando porque ahora va a tener que pagar salarios de... 3.000 pesos (que encima -gracias al acuerdo de Daer- se llegará esa cifra recién en abril de 2011).
Pero el llanto de Méndez y sus amigos parece encontrar algún consuelo. En la tapa del conocido diario de la city, el Cronista Comercial se define el resultado del desayuno entre los empresarios y el jefe de la CGT: “Moyano racional: no corresponde usar la pauta del 35% para todos los salarios”. El secretario general de la CGT por las dudas aclaró: “pareciera que se alentara a que los gremios se desborden en el pedido de aumento salarial. Esto no va a pasar. Los dirigentes saben cuál es la responsabilidad que tienen en este tipo de procesos”. ¿De qué racionalidad habla? Mientras varios gremios ya calculan en 4.000 pesos el valor de la canasta familiar, la mitad de los trabajadores todavía gana menos de 2.000$.
Las ganancias de los empresarios, en cambio, no paran de crecer, y en esto sí tiene que ver el “colchón de precios” que se vienen haciendo, inflación mediante, que castiga los bolsillos de los sectores populares. En el primer trimestre Arcor aumentó sus ganancias un 74 %, Aluar y Siderar ganaron más de $ 300 millones en los primeros meses de este año. Ni hablar de las telefónicas y los bancos.
Y pensar que Eduardo Buzzi de la Federación Agraria Sojera, el amigo de De Gennaro ahora apadrinado por Duhalde, reclama una devaluación del mismo orden del reclamo salarial porque, dice, “los pedidos de un 35 al 40% de aumento” estarían indicando la verdadera inflación y el “retraso cambiario”.
Por el camino del sindicalismo de base
A los renovados desayunos “entre el capital y el trabajo” hay que oponerles otro tipo de reuniones, de reagrupamientos. Vale el ejemplo de la comisión ejecutiva del Sindicato del Neumático de San Fernando (Fate) y la Comisión Interna de Kraft-Terrabusi, que hacen una convocatoria a todas las comisiones internas antiburocráticas y antipatronales de la zona norte, para reunirse el 4 de junio en la sede de la Seccional del SUTNA. Como plantean en su convocatoria, “el conflicto de la alimentación, gracias a la existencia de una oposición combativa, rompió el esquema del gobierno, las patronales y la burocracia sindical que tenían para este año a nivel salarial”. En ese marco, los compañeros convocan a trabajar en conjunto, avanzar en la coordinación en la zona norte, para enfrentar los ataques de las empresas con los juicios de desafuero, apoyar los conflictos, promover la elección de delegados en los lugares de trabajo. “Y para discutir también en cómo damos pasos concretos en el camino de barrer a la burocracia sindical de nuestras organizaciones de lucha, sobre todo allí donde ya existe oposición extendida como en alimentación y el neumático”.
Es un momento clave para avanzar en estas tareas. En Cutral-Co, los obreros de Stefani y el Sindicato Ceramista se enfrentan al cierre patronal. Lejos de las salidas que el gobierno ha impuesto en Massuh, Paraná Metal, o Mahle que implican despidos y rebajas salariales, se plantean una lucha por defender los puestos de trabajo, los salarios adeudados y todos los derechos adquiridos por los trabajadores de Stefani, y si la patronal no está dispuesta a reconocer esto, luchar por la expropiación y puesta en funcionamiento bajo gestión obrera.
En Córdoba, los trabajadores de Arcor-Bagley luchan por la reincorporación de 6 de sus compañeros despedidos, tras el conflicto salarial.
Estos son los ejemplos que tenemos que apoyar. Pero por sobre todo, hay que pelear en cada lugar de trabajo, y en los gremios. Contra los acuerdos de las cúpulas sindicales y la UIA, para reabrir las paritarias, siguiendo el camino que marcaron los obreros de Kraft, Pepsico y Arcor. Para que ningún gremio quede por debajo del 35 %. Hay que impulsar asambleas en todas las fábricas y establecimientos para decidir por nuestra cuenta los reclamos y por la plena legalidad para elegir delegados de base. Para que las paritarias no se circunscriban solamente a la cuestión salarial sino también a las condiciones de trabajo. Para que todos los trabajadores precarizados y en negro pasen a convenio, la efectivización de todos los contratados y acabar con la flexibilización laboral anulando toda la legislación esclavista que subsiste bajo los Kirchner y perviven desde la década del ’90.
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¿Te acordás hermano qué tiempos aquellos?
Con ganas de hacerse notar tras la “fiesta del Bicentenario”, donde parece que los Kirchner prefirieron esconderlo porque es uno de los impresentables junto a los intendentes, Hugo Moyano realizó un acto “en conmemoración de la marcha contra el FMI”. Se refiere al 31 de mayo de 2000 cuando –junto a la CTA- el MTA de Moyano se movilizó a Plaza de Mayo, reuniendo a 40 mil trabajadores. Era el principio del fin del gobierno de De la Rúa. “Vamos a hacer cacerolazos, apagones, les vamos a pegar donde les duele, vamos a llamar a una desobediencia fiscal para que el esfuerzo de los argentinos no se lo lleve la deuda externa” decía el líder de la CGT. “Este pueblo organizado que derrotó a la dictadura militar también va a derrotar a la dictadura financiera” cerraba. La realidad es que el gobierno kirchnerista es el gobierno que más deuda externa ha pagado, más de 45 mil millones de dólares en siete años, y con el nuevo canje la deuda llegará a más de 160 mil millones. ¿La patria financiera? Ahí anda, contenta: ganaron 8.100 millones de pesos el último año.
R. W. y L. A,
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Dicen los diarios: “Los gremios peronistas y los nuevos sindicalistas de izquierda”
En la ruptura de los topes salariales tuvo que ver, y mucho, la combativa comisión interna de Kraft. Junto a la interna de Pepsico, delegados de Stani y activistas de la Agrupación Desde Abajo, protagonizaron las primeras acciones para exigir el aumento. Fue el viernes 12 de marzo, con una movilización por el centro de la Capital. Lo que siguió es historia conocida. Rodolfo Daer tuvo que ponerse al frente de un plan de lucha cuando -al calor del ejemplo de Kraft y PepsiCo- las obreras y obreros de Arcor en Córdoba irrumpieron con una fuerza imparable en la huelga de casi 30 días. Para muestra, vale recordar cómo lo vieron los medios patronales.
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“Quisieron contener a los nuevos sindicalistas de izquierda”
“Néstor [Kirchner] está encantado con los festejos del Bicentenario y cree que le renovaron el apoyo y que la gente no tiene que enfrentar malas noticias; los gremios peronistas que quisieron contener a los nuevos sindicalistas de izquierda de la alimentación casi fueron desbordados. Con ese panorama nadie va a pisar el freno”, asegura otro empresario. (La Nación, 28 de mayo).
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“Pujan por desautorizar al sindicato justicialista”
Es importante destacar la existencia de núcleos que pujan por desautorizar al sindicato justicialista. (...) De hecho, eso es lo que ocurrió en la alimentación, con comisiones internas disidentes que siempre pidieron reclamos desproporcionados, para diferenciarse del sindicato. (El Cronista, 30 de mayo).
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“Están desbordados”
La percepción de los empresarios es que las bases de los gremios están teniendo un excesivo protagonismo en la discusión. Ponen como ejemplo la toma de las plantas de Arcor, que se extendió durante 23 días, y los cortes en la Panamericana por Kraft. “Están desbordados y eso es siempre un problema”, dijeron en la UIA. (La Nación, 19 de Mayo).
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“Sembradío fértil de comisiones internas de izquierda”
Voceros de las industrias de alimentos reconocían ayer que la intención de aceptar este año un alza salarial con un nivel del 35% se debe fundamentalmente a la decisión corporativa de reforzar la posición dentro del gremio de la actual conducción de modo de hacer frente al sembradío fértil de comisiones internas de izquierda que se están multiplicando al estilo Kraft. (Ambito Financiero, 19 de mayo).
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“Las bases presionan por un aumento salarial del 35%”
“Ayer, unos 400 trabajadores de Kraft y PepsiCo marcharon en reclamo de aumentos salariales y de la reincorporación de trabajadores suspendidos. Exigían a los dirigentes del gremio que pidieran a las patronales un incremento del 35%.
Por la tarde, en una reunión presidida por el titular del gremio, Rodolfo Daer, plantearon la necesidad de un plan de lucha conjunta de todo el gremio”. (Clarín, sábado 13 de marzo).
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“Avance de la izquierda en los sindicatos”
El acuerdo de la alimentación es muy relevante con independencia de su resultado, ya que afecta a la industria más competitiva del país. Daer también consiguió lo que se propuso amparándose en que existe hoy un avance de la izquierda en los sindicatos. Su 32,5% sería inexplicable sin el tórrido conflicto de Kraft del año pasado. (La Nación, 20 de Mayo).
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“Y en solidaridad”
El delegado Oscar Coria dijo que el corte se realizó para “exigir un 35 por ciento de incremento salarial y en solidaridad con los trabajadores de Arcor en Córdoba y de Felfort”.
Los empleados liberaron la zona, donde había una fuerte presencia de Infantería, por lo que el tránsito comenzó a reanudarse lentamente, pero advirtieron que “la lucha va a continuar” hasta que otorguen un aumento salarial del 35 por ciento. (Página 12, 28 de abril).
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