jueves, 21 de febrero de 2013

Maestros del ajuste

Fecha: Jueves 21 de febrero de 2013

Por: Ruth Werner

Como a Cristina Kirchner no le gustó el porcentaje salarial que pedían los gremios docentes, el ministro de Educación, Sileoni, decidió romper las negociaciones y decretó un aumento fraccionado del 22%, que terminará de cobrarse en marzo de 2014. Ese porcentaje, que fija el salario mínimo para el cargo testigo (maestro inicial sin antigüedad) y que se utiliza como referencia para las discusiones salariales en las provincias, no sólo es una declaración de guerra contra los maestros. Es la confirmación de que el gobierno quiere imponer un techo a los aumentos salariales alrededor del 20% para todo el movimiento obrero. Con la inflación en un 30% anual, el porcentaje anunciado, para un sector que mayoritariamente depende del gasto público, es todo un gesto de "buena voluntad" para las patronales privadas.

Los obstáculos a la libre negociación paritaria por parte del gobierno ya se vieron en el gremio bancario. El Ministerio de Trabajo se negó a homologar el acuerdo (previo a la paritaria) alcanzado entre el gremio y las cámaras del sector por ser trimestral y decidió que sólo acepta convenios por un año. Si a esta prepotencia antiobrera le agregamos que la suba del mínimo no imponible fue ínfima, y que en mayo, una vez firmadas todas las paritarias, los mismos o más trabajadores volverán a ser saqueados por el impuesto al salario, queda claro que la libertad de las paritarias es un fraude. Nos quieren imponer un techo salarial miserable.

Nuestro salario es el "rehén" de sus "internas"

La paritaria docente concentra varios de los problemas candentes de la coyuntura política. El salario de los maestros depende en gran medida de los fondos que envíe la Nación. La clave es la provincia de Buenos Aires, no sólo porque concentra la mayor cantidad de docentes sino porque es el epicentro de la pelea electoral del partido del gobierno. Con el envío de partidas a la provincia congelado, Daniel Scioli anunció que no hará ninguna oferta salarial a los estatales y docentes. La llegada de los fondos está sujeta a si el gobernador se presenta en las próximas elecciones con el kirchnerismo o no, y si lo hiciera, todo depende de cuántos cargos esté dispuesto a ceder al kirchnerismo en el armado de las listas de diputados nacionales y provinciales. El salario de los maestros es un rehén de la "interna" del gobierno.

La respuesta de CTERA ha sido vergonzosa. Si no hay convocado un paro general es porque Hugo Yasky, el sindicalista más servil de todos los "oficialistas" no quiere hacer enojar a CFK. En la provincia de Buenos Aires, SUTEBA, no ha pasado de las amenazas, aunque convocó a un plenario para el viernes 22 donde, según dicen sus dirigentes, definirán "el plan de acción".

Las medidas ya anunciadas corren por cuenta de la CTA Micheli y la CGT Moyano. El 25/2 se prepara el no inicio en Neuquén, Santa Cruz, Chaco; Formosa y Misiones y en otras provincias se prevén algunas medidas de lucha, que confluirían con el paro nacional de ATE llamado por la CTA opositora. Sin embargo, ninguna de estas medidas anunciadas tiene continuidad. Sólo en Neuquén, donde la conducción del gremio está en manos de un frente combativo que reúne a sectores antiburocráticos donde participan los compañeros docentes del PTS, se preparan medidas más contundentes (páginas 4 y 5)).

Plan de lucha de toda la clase trabajadora

Ni la política de la CTA ni la de la CGT opositora están a la altura de las circunstancias. El ataque a los maestros adelanta la política de ajuste para toda la clase trabajadora, pero ninguna de estas centrales ha convocado a un plan de lucha unificado de todo el movimiento obrero. La CGT Moyano, cuyo principal gremio viene de bloquear los locales de la cadena Maxiconsumo (porque la empresa y el Ministerio de Trabajo se niegan a que los trabajadores de logística pasen al convenio camionero), propone una marcha nacional para el 14 de marzo. Por más que abundan los cortocircuitos con el ministro Tomada, el camionero ni habla de retomar el camino del 20 de noviembre cuando importantes sectores de la clase trabajadora, con la huelga y los piquetes, irrumpieron con sus propios métodos en el escenario político para pasar a la oposición contra el gobierno.

Evaluando si le conviene presentarse como candidato en las elecciones junto al sojero Hermes Binner (Micheli), o debatiéndose entre postularse sólo por el Partido por la Cultura, la Educación y el Trabajo o ir con sectores del peronismo no K (Moyano) las preocupaciones de estos dirigentes están bien lejos de las de los trabajadores. Más bien van por el carril de la subordinación a la oposición patronal. Moyano acaba de felicitar al derechista De La Sota por el porcentaje que otorgó en las paritarias docentes, cuando éstas ya concitaron el rechazo de los sectores combativos de Córdoba.

La ofensiva contra el salario la podemos parar con una gran lucha nacional. Por eso hay que exigir a la CGT Moyano y a la CTA Micheli, un plan de lucha de todos los trabajadores e iniciarlo con un nuevo paro nacional. Para imponer un piso en las paritarias, no menor al 30/35%, por la anulación del impuesto al salario y la universalización de las asignaciones familiares. Para pelear por un programa que incluya las demandas de toda la clase trabajadora, contra la precarización laboral y el trabajo en negro. Contra el avasallamiento de los patrones que buscan imponer mayores ritmos de trabajo, jornadas agotadoras, y hasta despiden trabajadores considerándolos "descartables" por padecer problemas de salud que provienen justamente de sus insalubres ritmos y condiciones de trabajo, decimos que hay que pelear por el reparto de todas las horas de trabajo entre ocupados y desocupados, para que todos tengamos acceso al trabajo en condiciones de salud óptimas y con un salario equivalente al costo de la canasta familiar (ver recuadro). Los luchadores antiburocráticos tienen que promover este programa en las asambleas y votar delegados paritarios en la base.

Ni los burócratas más oficialistas pueden acatar sin chistar el ajuste en cuotas del kirchnerismo. La CGT dirigida por el metalúrgico Antonio Caló está en una crisis crónica. Por eso, y para ampliar el frente único obrero, hay que extender la pelea por paritarias libres y sin techo a todos los gremios, incluso allí donde dirigen los sectores de la CGT y la CTA oficialistas.

Izquierda de los trabajadores

Ni el gobierno ni la oposición patronal son alternativa para los trabajadores y la juventud. La paritaria docente los muestra unidos en el ajuste salarial. La causa AMIA también es ilustrativa. Mientras el gobierno presenta el Memorando con Irán para ir detrás de un sector del imperialismo norteamericano y aparecer –sin éxito- como que intenta resolver la causa AMIA, la oposición patronal de Macri, la UCR y el peronismo disidente, se embandera con la ultra reaccionaria política del Estado de Israel contra lo que llaman el Estado terrorista iraní. Ninguna de estas posiciones traerá justicia para las víctimas de la AMIA (ver página 3). A un año de la masacre de Once, el gobierno sigue garantizando la impunidad y la oposición patronal utiliza el hecho para hacer politiquería electoral.

El PTS se propone pelear por construir una gran izquierda de los trabajadores. Tenemos el enorme desafío de pelear por ganar influencia sindical y política entre los sectores de la clase obrera que desde el 20N pasaron a la oposición contra el gobierno. Esta pelea pasa en primer lugar por apoyar la lucha de los docentes y junto a los luchadores obreros dar la pelea en las paritarias. Pero también nos preparamos para dar la batalla en las elecciones para amplificar la voz de una izquierda de los trabajadores con una campaña activa de apoyo al FIT, que es un importante punto de apoyo para pelear por la independencia de clase, contra todos los partidos patronales, por la ruptura con el imperialismo y un gobierno de los trabajadores.


Plan de lucha y paro nacional por las demandas de toda la clase trabajadora

• Ante la falta de medidas de acción por parte de la CGT Moyano y la CTA Micheli hay que exigir un plan de lucha que empiece por un nuevo paro nacional para imponer un piso en las paritarias para todos los trabajadores, no menor al 30-35%. Por la escala móvil de salarios, que incluya una indexación y ajuste bimensual o trimestral en base a la inflación real, para evitar así perder en pocos meses lo pactado en paritarias.

• Asambleas en todos los gremios para preparar y decidir las medidas de lucha. Elección en la base de delegados paritarios revocables. Que las negociaciones de los dirigentes estén sujetas a lo resuelto por las asambleas de base.

• Anulación del impuesto al salario y a los haberes de los jubilados. Por la universalización y actualización de las asignaciones familiares. Por un salario mínimo equivalente al costo de la canasta familiar y el 82% móvil para los jubilados.

• Basta de precarización laboral, tercerizaciones y trabajo en negro. Pase a planta para todos los contratados. Por el reparto de todas las horas de trabajo entre ocupados y desocupados para que todos podamos trabajar en condiciones de salubridad óptimas y con un salario equivalente al costo de la canasta familiar.

• Que los sindicatos impulsen comités obreros y populares de control de precios, junto a las organizaciones barriales, donde participen los trabajadores de los supermercados y grandes comercios. Eliminación del IVA a los productos de consumo popular.

• Que la plata para solucionar la crisis de la vivienda y el transporte que afectan al pueblo trabajador salga de gravar la renta financiera, minera, agraria y del juego, y del ataque a las ganancias de los capitalistas.