jueves, 14 de enero de 2010

NI GOBIERNO NI OPOSICION PATRONAL: No pago de la deuda y nacionalizació n de la banca bajo control de los trabajadores.

NI GOBIERNO NI OPOSICION PATRONAL: No pago de la deuda y nacionalizació n de la banca bajo control de los trabajadores.

La decisión de los Kirchner de destinar 6500 millones de dólares de las reservas del Banco Central para el pago de la deuda externa ha desatado la primera crisis política nacional del 2010. Ninguno de los contendientes tiene una salida favorable para las mayorías trabajadoras y populares. El presidente del BCRA Redrado sostenido en el cargo por un sector de la Justicia, el vice Julio Cobos que comanda el Senado y la oposición parlamentaria que se opone a la medida, no difieren en pagar a los usureros internacionales sino en las formas en que esto se realiza. En lugar del Decreto de Necesidad y Urgencia de Cristina, reclaman un trámite parlamentario. En lugar de extraer de las reservas del Banco Central reclaman un ajuste en el gasto público y un aumento de las tarifas de los servicios privatizados.
Ya sea con decretos, con negociaciones entre cuatro paredes en el Congreso o con fallos de la casta de jueces que nadie votó, todos resuelven a espaldas del pueblo cómo se destinan miles de millones de dólares al pago de la deuda externa ilegítima y fraudulenta que el pueblo viene pagando con sangre, sudor y lágrimas desde la época de la dictadura genocida.

A las órdenes de su amo imperialista

A pocos días de que el asesor del presidente norteamericano Barack Obama, Arturo Valenzuela, vino a la Argentina a reivindicar las “relaciones carnales” de Menem con EE.UU en los ’90, el gobierno de Cristina Fernández se propuso seguir el camino de Néstor como el gobierno que más deuda externa pagó en la historia del país. El Fondo del Bicentenario destina 2.187 millones para el pago a los organismos multilaterales más otros 4.382 millones para tenedores privados. Mientras tanto, el 2009 deja su saldo de salarios devaluados por la inflación y 350 mil nuevos despidos. Sólo los capitalistas que cotizan en la Bolsa se repartieron en dividendos un total de 87.376 millones de pesos, de los cuales más del 90% se lo llevaron las multinacionales imperialistas y el resto sus socios locales. Esta es la realidad que existe detrás de los discursos contra “los fondos buitres”.
Todo el argumento “nacional y popular” de los Kirchner se reduce a que la operación del Fondo del Bicentenario es para contraer “deuda más barata”, a tasas de interés más bajas, para continuar el ciclo de endeudamiento nacional mientras que la famosa “liberación de recursos” del Presupuesto 2010 les sirve para sostener los subsidios a los “capitalistas amigos” y para la compra de intendentes y gobernadores.
Si faltaba algo para medir el carácter de la medida oficial, la prueba está en que la Asociación de Bancos Argentinos, los banqueros que vienen haciendo fuertes ganancias con los bonos de la deuda, se apresuró a salir en defensa de la iniciativa del gobierno, mientras los industriales de la UIA claman por un arreglo entre gobierno y oposición en la perspectiva de mantener sus buenos negocios en el 2010. Las patronales agrarias levantan la cabeza en su lucha por obtener una tajada aún más grande de la renta agraria, con el viejo programa de “lomo a 80 pesos” pero actualizado por inflación, y junto a la Asociación de Empresarios Argentinos reclaman con el imperialismo mayor “seguridad jurídica” para que las empresas como Kraft hagan y deshagan a su antojo atacando la organización gremial de base de los trabajadores, con la colaboración del Ministerio de Trabajo de los Kirchner.

“Tres poderes” para joder a los trabajadores y el pueblo

La oposición del PRO de Macri, la Coalición Cívica de Carrió, la UCR o el peronismo disidente de Duhalde, sin tener ninguna diferencia respecto a la necesidad de rendir pleitesía a los tenedores de la deuda, se pinta de democrática oponiéndole al autoritario mecanismo de los DNU, el “nuevo Congreso”. Un Congreso con el tránsfuga de Cleto Cobos, antes “traidor” a la UCR por irse con los Kirchner, y luego “reincorporado” al radicalismo por traicionar por segunda vez. Un Congreso cuyos referentes son el millonario De Narváez, aliado de Macri, o Elisa Carrió y su banquero Prat Gay, abanderado de volver de cabeza al FMI. Un “nuevo” Congreso que, siguiendo la tradición de los Borocotó, antes de empezar a sesionar tuvo su primera compra-venta de cargos con la bancada del gobernador de Corrientes, Ricardo Colombi, pasándose del radicalismo al kirchnerismo.
Por otro lado, se pretende presentar al poder judicial, una casta de funcionarios que nadie votó, como garantía “imparcialidad”. La jueza derechista Maria José Sarmiento, hija de un teniente que revistó en la SIDE durante la dictadura y hermana de uno de los abogados defensores de los genocidas, no es una excepción en una institución con más de 400 jueces aún hoy en funciones que juraron por los estatutos de la dictadura genocida de Videla y Cía. ¡En pocas horas reinstalaron en su cargo a Redrado cuando una causa por la reinstalación de un delegado o activista obrero que las patronales expulsan en forma discriminatoria tardan meses o años, y encima luego las patronales no lo cumplen como sucedió en la autopartista Dana del Smata, los ajeros de Mendoza o en la planta de Fate!

Mientras tanto, la centroizquierda es nuevamente incapaz, como durante el conflicto del “campo”, de representar una posición independiente. Martín Sabbatella se esfuerza en todos los medios para defender el pago de la deuda externa instrumentado por el gobierno. Pino Solanas propone que una comisión Bicameral del Congreso investigue la legitimidad de la deuda y hasta tanto suspender los pagos, como si no fuera de público conocimiento la gran estafa que significó en la historia argentina y como si los partidos que dominan las Cámaras de Diputados y Senadores no fuesen ellos mismos responsables del fraude y de los buenos negocios que generó para el imperialismo y los capitalistas locales. Solanas habla contra “el monstruo de la deuda externa” pero se niega a llamar a la movilización independiente y busca una alianza para el 2011 con Binner, que gobierna Santa Fe al servicio de los patrones de la soja estrechamente ligados al capital financiero.
No será el “nuevo” Congreso de los Cobos, De Narváez o Carrió, ni la casta judicial que alberga a los jueces de la dictadura, los que puede frenar la entrega del país.

Por la movilización obrera y popular para dar una salida independiente en la crisis nacional

Es vergonzoso que la conducción de la CGT de Hugo Moyano hable de un “regreso soberano al mercado de capitales” y obtener “inversiones” que derramarían en mayor empleo, copiando los argumentos neoliberales de los tiempos de Cavallo, Menem y De la Rúa. Por su parte, la conducción de la CTA no ha dicho una palabra en semejante crisis nacional porque está dividida entre quienes, como Yasky, apoyan al gobierno y los que, como De Gennaro, siguen a la cola de la oposición parlamentaria. Exigimos que la CTA abandone su silencio cómplice con ambos bandos y convoque a una movilización nacional para enfrentar la política del gobierno y la oposición parlamentaria que se pelean para ver de qué forma mejor pagan la deuda a los usureros internacionales. Lo único que puede enfrentar este régimen de sumisión al capital extranjero, es la emergencia de la clase trabajadora que comenzó en Kraft y el subte, en alianza con los estudiantes y el pueblo pobre. No casualmente la reaccionaria Iglesia católica pide “consenso” entre los de arriba para impedir que en estas peleas entre bloques patronales se cuele la lucha de los trabajadores y se generalice el “efecto Kraft”.
Ambos bandos capitalistas en disputa temen que este ejemplo se extienda. Temen que los trabajadores avancemos en nuestra lucha independiente contra las patronales y que avancen las organizaciones de base, como los nuevos cuerpos de delegados, comisiones internas y los agrupamientos que surgen en los sindicatos en oposición a los burócratas de la CGT y la CTA. Ambos bloques patronales son enemigos de que la fuerza social de los trabajadores que movemos las fábricas, los transportes, los servicios, los bancos, se transforme en una fuerza política independiente que tome las riendas de los resortes de la economía y las pongan bajo su control. La fuerza obrera demostrada en Kraft y la alianza que se dio en la lucha con los estudiantes y los desocupados, si logra masificarse, es lo que puede realmente desafiar a este régimen de explotación. Convocamos a las organizaciones combativas de la clase trabajadora y a la izquierda clasista a conformar un bloque político independiente del gobierno y la oposición patronal, que trabaje conjuntamente en los grandes sindicatos para impulsar la movilización independiente de los trabajadores en la crisis nacional. Por el no pago de la deuda externa y la total nacionalización de la banca bajo control de los trabajadores, para que se destinen los recursos nacionales a un plan de obras públicas, viviendas, escuelas y hospitales que emplee todas las manos disponibles y garantice un salario acorde a la canasta familiar a la que hoy no accede el 80% de los trabajadores.
PTS - Partido de los Trabajadores Socialistas
13 de enero de 2010

miércoles, 13 de enero de 2010

Solicitada publicada en Pagina/12


PAGINA/12: Acto frente al Central

Acto frente al Central

El Partido de los Trabajadores Socialistas hará esta tarde desde las seis un acto frente al Congreso bajo el lema “ni gobierno ni oposición patronal”, para manifestarse en contra del pago de la deuda externa.“Lo único que puede enfrentar este régimen de sumisión al capital extranjero, es la emergencia de la clase trabajadora que comenzó en Kraft y el subte, en alianza con los estudiantes y el pueblo pobre”, aseguró el dirigente José Montes. De esta manera, el PTS iniciará su campaña por el “no pago de la deuda externa y la total nacionalización de la banca bajo control de los trabajadores”. El objetivo, señalaron, es “destinar los recursos nacionales a un plan de obras públicas, viviendas, escuelas y hospitales que emplee todas las manos disponibles y garantice un salario acorde a la canasta familiar”

martes, 12 de enero de 2010

LVO: LA PRIMERA CRISIS POLITICA DEL AÑO

LA PRIMERA CRISIS POLITICA DEL AÑO
¿El Fondo del Bicentenario o en el Bicentenario al Fondo?
Por Manolo Romano y Facundo Aguirre
Lo que la presidenta anunció por cadena nacional a fin de año como la principal medida de gobierno, la creación del Fondo del Bicentenario para congraciarse con los acreedores externos, ha desatado la primera crisis política del 2010. El presidente del Banco Central, Martín Redrado, se ha negado a liberar los fondos, en un acto de desobediencia al Ejecutivo que lo había ordenado mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU). La intención del gobierno es destinar 6.500 millones de dólares de las reservas del Banco Central, 2.187 millones para el pago de los vencimientos con los organismos multilaterales y 4.382 millones para atender las obligaciones con los tenedores privados. El Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, le pidió la renuncia pero Redrado se resiste con el apoyo de toda la oposición que apuesta a que se transforme, como Cleto Cobos, en un nuevo Caballo de Troya en un puesto “institucional” clave. El gobierno amenaza con recurrir a la Corte para destituirlo. Pero los jueces tienen un pedido del gobierno de San Luis para que declaren inconstitucional al DNU que firmó la Presidenta, argumentando que, como afecta a recursos federales, debe ser aprobado por el Congreso, lo mismo que plantea el vice opositor Cobos.
De fondo, la crisis descubre el agotamiento del poder político de los Kirchner para arbitrar entre las diferentes fracciones de las clases dominantes en el uso de los recursos fiscales. Cuando, en el 2006, Néstor Kirchner utilizó 10 mil millones de dólares de esas reservas para destinarlos al FMI, toda la burguesía y sus políticos apoyaron. Esta actitud cambió desde el desafío lanzado por la Mesa de Enlace de la burguesía agraria con el prolongado lock out del 2008 en resistencia al aumento de las retenciones con las que el Estado recaudaba parte del boom de la producción de soja y lubricaba gran parte del funcionamiento de la economía nacional con un sistema de subsidios a los industriales, el transporte y la obra pública. La estatización de los fondos de pensión privados, primero, y el giro de apelar a las reservas para conformar al capital financiero internacional, son muestras de los intentos, a izquierda uno y a derecha el otro, con los que el kirchnerismo ha buscado nuevas fuentes para financiar el viejo esquema.
Dos callejones sin salida
El debate entre gobierno y oposición ha tomado ribetes cómicos. El viceministro de Economía, Roberto Felletti, salió a denunciar “la embestida de la oposición de derecha en contra del uso de las reservas internacionales del BCRA para afrontar los compromisos externos”. Según este discurso oficial, la “oposición de derecha” estaría obstruyendo que el “gobierno nacional y popular”… pague la deuda externa. Otra muestra de “progresismo” es el respaldo a la decisión del gobierno por parte de la Asociación de Bancos Argentinos, a través del banquero oficialista Jorge Brito (dueño del Macro) en representación de quienes vienen haciendo grandes negocios prestándole al Estado con los bonos de deuda que cayeron hasta un 5% ante la puja desatada por la dirección del Banco Central. ¡Por suerte los banqueros de ADEBA siguen siendo “nacionales y populares”! En el sainete entró, incluso, Vilma Ripoll del MST sumándose al coro de los que piden “que no se usen las reservas del Central” para pagar deuda externa, sin reparar en que no está participando, precisamente, de un “frente anti-imperialista”. En realidad, al decreto oficial de utilización de reservas para afrontar los compromisos externos, la alternativa de los opositores, para el mismo objetivo de pagar la deuda, es volver a los brazos del FMI y sus monitoreos. Es decir, retracción del gasto y aumento de tarifas que permita una baja de los subsidios. El mismo Redrado, en su informe al Banco Central de días atrás, tomó distancia de la política oficial, señalando que para combatir la inflación “no es concebible que el Banco Central obtenga resultados concretos” sin un cambio en “otras áreas de gobierno”, refiriéndose a “la política fiscal y la política salarial”. Redrado apuntó, entonces, a la necesidad de reducir el gasto público -que el manotazo de los Kirchner a las reservas permitiría aumentar liberando la parte del Presupuesto 2010 destinada a deuda- y poner un techo a la puja salarial. “De Hugo Moyano para abajo, nadie habla de una suba salarial de menos del 20%, un número que hace saltar todas las alarmas en el directorio del Banco Central” dice Clarín (3/01).
Moyano con la Embajadora yanqui
Hugo Moyano y la cúpula de la CGT, en cambio, reivindican la frase del presidente de EEUU, Barack Obama: “los sindicatos no son parte del problema, son parte de la solución”, y ofrecieron un almuerzo a la embajadora norteamericana en sintonía con la idea oficial de un “pacto social”. En un acto sin precedentes históricos, recibieron en la sede de la central sindical de la calle Azopardo a Vilma Socorro Martínez y una delegación de legisladores norteamericanos. Entre ellos, Chris McMullen, asistente adjunto de la Secretaría de Estado y hombre de Arturo Valenzuela, quien semanas atrás impactara con su intervención diplomática por la falta de “seguridad jurídica” para las empresas norteamericanas, entre ellas Kraft, en consonancia a lo reclamado por la Asociación de Empresarios Argentinos (AEA) junto a las patronales del campo. El encuentro entre la CGT y la delegación yanqui fue arreglado por el embajador de los Kirchner en EEUU, Héctor Timerman, en un gesto de distensión ante la arremetida del asesor de Obama. Pero ese hecho dejó en claro que el gobierno de los demócratas yanquis se prepara, como lo muestra su apoyo en Honduras al nuevo gobierno parido por el fraude electoral y el golpe de Estado, para exigir un mayor realineamiento en su patio trasero después del relativo vacío político que dejaba la administración Bush, la cual en su crisis terminal, daba lugar para cierto juego propio a los gobiernos pos-neoliberales en Latinoamérica durante el anterior crecimiento de la economía mundial. La CGT se adapta a los nuevos tiempos. Ante la crisis política abierta en torno al Banco Central, un comunicado firmado por Hugo Moyano y Julio Piumato califica de “regreso soberano del país al mercado internacional de capitales” nada menos que al desembolso del 15% de las reservas para pagar la usura de los acreedores financieros internacionales.
Solo la clase trabajadora puede dar una salida a la nación oprimida
La reunión de Moyano y la embajadora es, sin embargo, una representación simbólica de un intento de conciliar las dos principales fuerzas en la Argentina semicolonial: el imperialismo como representante del capital extranjero que domina la economía nacional, y la clase trabajadora que, a pesar de la calaña de sus dirigentes sindicales oficiales, viene recomponiendo sus fuerzas y ha creado en el establishment el temor al “efecto Kraft”. Es decir, a una irrupción de la lucha obrera que desafíe la prepotencia de las multinacionales y desborde a las conducciones burocráticas de los sindicatos. Ante la oposición de la nueva alianza de exportadores agrarios e industriales con predominio del capital extranjero, el gobierno presenta como “proyecto nacional y popular” a una débil coalición con grupos empresarios prebendarios del Estado, el aparato de intendentes del peronismo bonaerense y la cúpula de los sindicatos de la CGT.
Este nuevo episodio de la crisis política de los de arriba debe ser aprovechado por los sectores conscientes de la clase trabajadora para impulsar su propia organización con independencia de clase, un partido que sea capaz de imponer un programa de salida nacional que comience con la ruptura de los lazos que nos atan al imperialismo; con el no pago de la deuda externa y la nacionalización de todos los bancos creando una banca nacional única bajo control obrero para poner los recursos nacionales al servicio de las mayorías populares, empezando por un plan de obras públicas para emplear todas las manos disponibles con un salario acorde a la canasta familiar.
nota en: http://www.pts.org.ar/spip.php?article14404

Acto del PTS en el Congreso ante la crisis del Banco Central: "Ni gobierno ni oposición patronal"

Acto del PTS en el Congreso ante la crisis del Banco Central: "Ni gobierno ni oposición patronal"

El Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) realizará un acto frente al Congreso de la Nación, este miércoles a las 18 hs, bajo el lema “Ni gobierno ni oposición patronal” donde hablarán Myriam Bregman y José Montes.

La abogada de los derechos humanos Myriam Bregman resaltó que “ya sea con decretos, con negociaciones entre cuatro paredes en el Congreso o con fallos de la casta de jueces que nadie votó, todos resuelven a espaldas del pueblo como se destinan miles de millones de dólares al pago de la deuda externa ilegítima y fraudulenta que el pueblo viene pagando con sangre, sudor y lágrimas desde la época de la dictadura genocida”.
José Montes, el dirigente de Astillero Río Santiago, señaló por su parte que “lo único que puede enfrentar este régimen de sumisión al capital extranjero, es la emergencia de la clase trabajadora que comenzó en Kraft y el subte, en alianza con los estudiantes y el pueblo pobre. No casualmente la reaccionaria Iglesia católica pide “consenso” contra el peligro de que se generalice el “efecto Kraft”. Es inconcebible que la conducción de la CGT de Hugo Moyano hable de un “regreso soberano al mercado de capitales” y obtener “inversiones” que derramarán en mayor empleo, copiando los argumentos neoliberales de los tiempos de Cavallo, Menem y De la Rúa”.

El PTS iniciará una campaña nacional con las demandas del “no pago de la deuda externa y la total nacionalizació n de la banca bajo control de los trabajadores. Nuestro objetivo es destinar los recursos nacionales a un plan de obras públicas, viviendas, escuelas y hospitales que emplee todas las manos disponibles y garantice un salario acorde a la canasta familiar a la que hoy no accede el 80% de los trabajadores” , señalaron los convocantes al acto en Congreso a las 18 hs.