sábado, 11 de mayo de 2013

Se blanquea la crisis del “modelo”

NUEVAS MEDIDAS DEL GABINETE ECONÓMICO

Se blanquea la crisis del "modelo"

Fecha: Jueves 9 de mayo de 2013

Después de negar el problema y frente al alza sin control del dólar paralelo, el equipo económico salió a dar una respuesta de dudosa eficacia y que deja intactas las causas del alza de la divisa verde. La inflación sostenida corroe el poder de compra del salario y afecta la competitividad de los mismos empresarios que suben los precios para mantener sus ganancias. Los productos argentinos son más caros para el mundo. El capital imperialista y sus socios locales aprovecharon las ganancias extraordinarias con escasas inversiones y ahora quieren recuperar competitividad atacando al salario con una devaluación. Federico Sturzenegger, funcionario de Macri actuó como vocero empresarial al proponer una devaluación del 40%, aunque luego se rectificó. El "modelo" acumula problemas: inflación, pérdida de reservas, déficit fiscal y de balanza de pagos. Una gran cosecha y los aún altos precios de la soja le dan cierta capacidad de maniobra al gobierno, pero los anuncios indican que el esquema económico está agotado. El gabinete, haciendo gala de su heterodoxia, convocó a evasores, narcos, tratantes de personas y a los que se enriquecieron con la corrupción estatal a poner el hombro para reparar el "modelo".

El blanqueo, etapa superior de la "inclusión"
El alza sin control del ilegal dólar "paralelo" y del que actúa de referencia en el legal "contado con liqui" (la operación que realizan los especuladores comprando en pesos títulos y acciones en Argentina y vendiéndolos en dólares afuera) prendió las alarmas. Es que aunque sean mercados marginales expresan contradicciones reales de la economía. Pero el alza y la escasez de dólares no son causadas por esas maniobras, sino por los pagos de la deuda externa, la remisión de ganancias de las multinacionales y sus socios locales, la fuga de capitales y la tendencia a un crecimiento mayor de las importaciones (principalmente energéticas) respecto a las exportaciones, afectando el superávit comercial por la pérdida de competitividad.
Los trabajadores en negro, precarizados, flexibilizados o que pierden capacidad de compra por la inflación, el impuesto al salario y los topes a las asignaciones familiares, deberán esperar para que les llegue la famosa inclusión. La foto de los principales funcionarios de economía anunciando el blanqueo de capitales buscó contrarrestar los rumores de internas en el gabinete alrededor de cómo abordar el problema cambiario y fue inaugural: llegó la inclusión al "modelo" para todos los estafadores. La puesta en escena no eliminó los rumores, pero sí permitió que se reconociera públicamente lo que días antes Lorenzino, el ministro que "se quiere ir", habían negado informalmente mientras compraba una funda para su moto Harley Davidson: el problema del dólar.
Para que la nueva medida no luzca tan mal el gabinete avisó que el blanqueo no corre para funcionarios del Estado, lo que sería gracioso si no resultara trágico que se dé por descontado que la corrupción es algo cotidiano para los funcionarios. Tampoco podrán aprovechar la oferta quienes están procesados en causas fiscales, quienes no estén inscriptos en el impuesto a las ganancias ni en bienes personales y las sociedades con pedido de quiebra. Algo es algo, aunque también existen los testaferros en quienes se pueden tercerizar los negocios.
A la troupe de jueces, fiscales y especuladores que no pagan impuestos se sumarán los que blanqueen fondos, exentos retroactivamente del pago de ganancias, IVA, impuesto al cheque y otros.
Una vez promulgada la ley habrá tres meses para entrar al blanqueo. La idea es captar dólares con tres instrumentos: el Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (BAADE), el Pagaré de Ahorro para el Desarrollo Económico, que se destinarán a financiar inversiones energéticas (principalmente a YPF), y el Certificado de Depósito para Inversión Inmobiliaria (CEDIN). Los dos primeros son muy necesarios para el gobierno, ya que YPF no está captando en el mercado local los fondos suficientes para sus planes de inversión. A su vez, pese a acuerdos limitados con Chevron (¿La expropiación parcial de la petrolera no era para recuperar soberanía energética?) la petrolera no consigue préstamos fuera del país porque los litigios con Repsol le traban el acceso a los mercados.
El tercer instrumento busca reanimar la compra de inmuebles en un contexto de derrumbe de la actividad inmobiliaria y de la construcción (aunque está última tuvo cierta recuperación coyuntural). La "pesificación" y la lucha contra la cultura de "pensar en verde" quedaron atrás. Se vuelve a dolarizar el mercado. Es el comienzo legal de una doble cotización del dólar, una suerte de devaluación del "dólar inmobiliario". Hasta el oficialista Página 12 reconoce que los CEDIN cotizarán como el dólar "blue".
Buenos negocios con resultado incierto
No sólo se abre una gran oportunidad para los evasores de impuestos a gran escala, para los narcotraficantes, ladrones de guante blanco y otros; además la tasa del 4% anual, con pago semestral de intereses en dólares, es una ganancia extraordinaria inigualable en casi todo el mundo (con la excepción de la propia Argentina, donde hay bonos que pagan más todavía). Esta será, encima, una nueva carga de intereses en el presupuesto público. Recordemos que EE.UU. y la Unión Europea prestan dinero a sus bancos a tasas cercanas al 0%. Si le suman el ritmo de aumento del dólar "blue", los especuladores y estafadores en seis meses podrían tener ganancias del 50% o más.
Los jóvenes "progresistas", con Axel Kicillof a la cabeza, que iban a "regular" las ganancias empresarias terminaron abriendo las puertas de una estafa con ganancias extraordinarias para todo tipo de dinero mal habido ¿Este es el "capitalismo en serio" que llamó a construir Néstor? Y también queda atrás el discurso del "desendeudamiento". Ahora el gobierno no recurrirá a los estafadores "ilustrados" del FMI y el Banco Mundial sino a algunos de menor calaña. El tamaño de los beneficios ofrecidos es proporcional a lo inverosímil de esta medida para superar los profundos problemas económicos. Es probable que tantos beneficios no logren convencer a los destinatarios de la medida. El factor político de un gobierno en retroceso y la situación económica crítica hacen incierto su éxito. Es prematuro saber si fue por el fracaso o por las expectativas favorables del anuncio, pero el miércoles 8 el "blue" trepó a $10,45.
Los problemas siguen
El problema no es que el gobierno carecía de incentivos adecuados para atraer dólares al sistema bancario y, en particular, al Banco Central. Los problemas del "modelo" están en los déficits fiscal y de balanza de pagos, la pérdida de reservas, la inflación y otras contradicciones acumuladas. Es trascendental la baja productividad del trabajo que, pese a la superexplotación obrera, resta competitividad internacional a las empresas. El capital imperialista y sus socios de la burguesía "nacional", que tuvieron ganancias multimillonarias con inversiones insignificantes (lo que impidió sostener las "tasas chinas" de crecimiento) necesitarían un súper- mega-blanqueo para ver si repatrían al menos una porción de lo fugado. El blanqueo no resolverá ninguno de estos problemas.
La fuga de dólares en Argentina es gigantesca: en el país habría unos U$S 40.000 millones fuera del sistema bancario, y entre U$S 120.000 y U$S 400.000 millones (según quien lo estime) estarían en el exterior. No parece que vayan a retornar al sistema. Como antecedente, el blanqueo de 2009 permitió al gobierno conseguir U$S 4.000 millones. Aunque fue un año con recesión, las contradicciones económicas eran menores. Hoy se apunta a un objetivo similar. Si se logra, sólo tendrá dólares para tirar unos meses, ya que la pérdida de reservas por la deuda externa, la salida de ganancias de las empresas extranjeras que, aún limitada, sigue su curso y las importaciones de energía y otros bienes para sostener el crecimiento (de un magro 2 o 3%) requieren un flujo de dólares permanentes contra una captación de corto plazo.
Al problema del nivel actual de desequilibrios, muy profundos, se suma la dinámica de las variables macroeconómicas que se mueven en sentido inverso al que lo hicieron en los años de crecimiento a "tasas chinas". El gobierno no encuentra cómo revertir la situación y busca recomponer la salud de la economía generando cierta oferta de dólares. Pero es llamativo el momento político elegido para el anuncio: justo cuando amplios sectores de la población siguen atentamente las denuncias de corrupción y ex aliados y funcionarios k relatan cómo valijas cargadas de euros viajaban a paraísos fiscales para ser lavados; a la vez que el gobierno vota una supuesta democratización de la Justicia que, entre otras cosas, le servirá para designar jueces que le garanticen impunidad cuando dejen el poder.
El pulso político k falla gravemente y su capacidad de respuesta económica es cada vez más crítica.

Negociados para los empresarios y especuladores, techo salarial para los trabajadores


Fecha: Jueves 9 de mayo de 2013
Con el dólar paralelo en franca escalada, el equipo económico anunció un blanqueo mediante el lanzamiento de bonos para el financiamiento energético y certificados para la construcción inmobiliaria, como oferta para quienes deseen "blanquear" sus dólares. El objetivo es que el Estado pueda captar dólares para poder contrarrestar la tendencia alcista, conseguir financiamiento para inversiones en el sector energético e intentar reactivar el mercado inmobiliario.
Después de meses de negar cualquier nubarrón en la economía, los anuncios son un "blanqueo" de que el "modelo nacional y popular" está en crisis.
En esa Conferencia de Prensa, los que todos los días vamos al supermercado y ni siquiera podemos ahorrar un peso de nuestro salario, escuchamos por enésima vez que la inflación es la que dice el INDEC intervenido por Guillermo Moreno y su patota. El blanqueo de dólares es una amnistía impositiva y una serie de ventajas para quienes vinieron acumulando dólares no declarados ante el Estado. La apuesta a la pesificación, que impulsaba el kirchnerismo, terminó en una capitulación ante los tenedores de la divisa norteamericana y en una "dolarización" del mercado inmobiliario; y el "famoso" desendeudamiento, si el plan funciona, culminará en una nueva deuda en dólares con la que cargará el estado. Puede ser, además, un negociado para los especuladores y los empresarios lavadores de dinero, muchos de ellos,subsidiados por el gobierno con millones de pesos, que sólo sirven, debido a la nula inversión, para enriquecer a quienes masacran cada tanto al pueblo trabajador como sucedió en el Ferrocarril Sarmiento. Los Cristóbal López, los Roggio, los Cirigliano, los Pescarmona, los Bulgheroni, ¿quién sino ELLOS, tanto oficialistas como "opositores", son los poseedores de bolsas de "verdes" que podrían apostar a lo grande en el bono de YPF o el CEDIN para comprar viviendas?
Las medidas son un reconocimiento del agotamiento del "modelo", como antes la Reforma judicial –que acaba de aprobar el Senado- una confirmación de la crisis de hegemonía que sufre el gobierno. Con las leyes de Reforma, pretende garantizarse impunidad y cambiar el carácter de las próximas elecciones con un artilugio. Con los anuncios sobre el dólar, emparchar las grietas de un "modelo" en crisis.
Ni siquiera puede augurarse el éxito de las nuevas medidas. Los especuladores o aquellos que tengan dólares pueden seguir viendo como más seguro (en un contexto de debilidad del gobierno kirchnerista) y sobre todo más rentable, la apuesta al dólar paralelo o a tenerlo guardado "en billetes". Mientras tanto, las razones de fondo que hacen subir al dólar "blue" no se atacan. La inflación, pese al congelamiento de precios, avanza de manera persistente. La escasa inversión no alcanzó para sostener un crecimiento sólido, lo que generó no sólo problemas de competitividad para los productos argentinos en el mundo, sino que ya está provocando un parate en la creación de empleo. Nada de esto se resuelve dándole beneficios a los evasores.
Ante la crisis del "modelo" hay que hacer lo opuesto a lo que propone el gobierno: no hay que premiar a los que se llevan las riquezas que producimos los trabajadores sino justamente atacar sus intereses. Son 26 mil millones de pesos lo que ganaron de 2004 a 2012 los bancos y financieras que cotizan en bolsa. Por eso hay que nacionalizar la banca sin indemnización y conformar una banca estatal única bajo control de trabajadores y usuarios. Hay que atacar a la gran burguesía agraria y a las mineras contaminantes estableciendo el monopolio del comercio exterior para acabar con la fuga de capitales y el envío de remesas a las casas matrices de las multinacionales. Hay que imponer impuestos progresivos a los capitalistas, a las grandes fortunas, dejar de pagar la deuda externa y terminar con el vaciamiento de la Anses y el robo a los jubilados. Hay que nacionalizar sin pago y bajo control obrero a todas las empresas privatizadas, para acabar con el curro de los subsidios. El dinero recaudado debe servir para fortalecer a la única clase productora del país, para favorecer las necesidades obreras y populares, para un plan de obras públicas orientado a construir viviendas populares, cloacas, caminos, escuelas y hospitales. No será este gobierno ni ninguna de las alternativas patronales los que impongan estas medidas. Sólo un gobierno de la clase trabajadora, reorganizando la economía sobre nuevas bases, puede llevar hasta el final esta salida.
Los peronistas de Perón
Hugo Moyano presentó en el Luna Park su Partido por la Cultura, la Educación y el Trabajo. "Somos el verdadero peronismo", se gritó desde el palco para mostrar a un equipo sumamente confiable para el establishment: el devaluador y socio de Duhalde, Roberto Lavagna, los amigos de Menem, Jorge Busti y Jorge Yoma, el empresario De Narváez, y el protagonista, Hugo Moyano, quien al frente de la CGT opositora, se postula como garantía de "gobernabilidad" para controlar las "calles" ante cualquier amenaza "díscola" que pueda venir de la clase trabajadora. El nuevo polo opositor, al que hay que sumar al privatista José De la Sota, se prepara para disputar la sucesión del cristinismo por derecha y para, desde ahora, marcar una relación de fuerzas, encolumnando a todo el peronismo disidente, a fin de negociar en mejores condiciones con Mauricio Macri de cara a las elecciones de 2015.
Ni una palabra se dijo en este acto de cómo seguirla después del paro del 20N o de cómo enfrentar la dureza del gobierno y las patronales en las paritarias. Similar camino sigue Pablo Micheli de la CTA opositora quien parece que se "olvidó" de que convocó un paro para el 15 de mayo, y también quiere jugar en política. Claro que apostando a alguna variante de la centroizquierda referenciada en el sojero Hermes Binner del FAP, que está atravesada, sobre todo en la Ciudad de Buenos Aires, por fuertes divisiones. Mientras tanto, desde el Cronista Comercial, las patronales auguran un "tiempo tenso en materia de negociaciones colectivas". Se viene un tira y afloje que puede incluir medidas de fuerza cuando aún no cerraron las paritarias en importantes gremios.
La bronca viene de abajo
Una abogada del estudio patronal De Diego & Asociados, alerta que "las nuevas generaciones de trabajadores no se sienten representadas por los líderes sindicales tradicionales, con lo cual inician sus propios reclamos y avanzan con medidas de fuerza diferenciadas". Es en el terreno fértil de bronca a la burocracia, donde crece la izquierda combativa. Las fábricas de la alimentación acaban de plantarse con un paro fuerte pese a los métodos con que lo convocó la burocracia de Rodolfo Daer. Los trabajadores, sobre todo en las grandes empresas como Kraft, Pepsico y Stani, donde tiene peso la izquierda clasista, tomaron en sus manos la medida de fuerza y no están dispuestos a aceptar la provocadora oferta patronal de un 19% de aumento. También la clase obrera se hace sentir en resonantes luchas duras como la de la autopartista Lear en la zona norte del Gran Buenos Aires contra los despidos o en Rosario donde pelean los metalúrgicos de Liliana por el pase a planta, el cese de los despidos y el aumento de salario.
Ni Hugo Moyano, ni Pablo Micheli, ni hablar de Antonio Caló de la CGT oficialista, van a defender las necesidades de los trabajadores. No buscan torcerle el brazo al gobierno sino desgastarlo (en el caso de los opositores) para alentar a distintas variantes patronales. Nuestra propuesta a los delegados, activistas, comisiones internas antiburocráticas y las organizaciones de izquierda, es la de pelear al interior de los sindicatos contra las direcciones de las CGTs y las CTAs por medidas de fuerza contundentes y un programa que levante las reivindicaciones de los trabajadores: para acabar con los techos en paritarias, eliminar el impuesto al salario y el trabajo en negro, y otorgar el 82% móvil a los jubilados.
El Frente de Izquierda, como hemos planteado en el acto del 1º de mayo en Plaza de Mayo, se prepara para levantar en las próximas elecciones una "alternativa de los trabajadores y la izquierda". Hay que fortalecer una perspectiva de independencia de clase para que la decadencia del ciclo kirchnerista no termine fortaleciendo a nuevas variantes patronales.