miércoles, 10 de abril de 2013
PTS San Martin ante el crimen social
Las denuncias presentadas en estos días han demostrado que estamos ante un verdadero crimen social, los gobiernos tanto municipales como es el caso de Bruera en La Plata o Katopodis en San Martin , como asi Tambien Scioli y Cristina; han ignorado todas las advertencias acerca de que una catástrofe de estas dimensiones podía producirse si no se hacían las obras necesarias. En vez de esto dieron rienda suelta a los negocios inmobiliarios. Dando muestra una vez más que nada les importa la calidad de vida de los trabajadores y el pueblo pobre. Es por esto que la población ha repudiado a todos los políticos patronales tanto del oficialismo como de la oposición.
Contrastan con esto las enormes muestras de solidaridad desarrolladas por los trabajadores, estudiantes y la población en general que son quienes le están poniendo el cuerpo a las consecuencias de la catástrofe.
Desde el PTS (Partido de Trabajadores por el Socialismo) venimos impulsando una intensa campaña de solidaridad a lo largo de todo el país junto a los trabajadores; como por ejemplo en zona norte hicieron los trabajadores de Kraft, Donelley, que colaboraron en La Plata y Las Tunas.
Como parte de la campaña, este sábado los trabajadores de Pepsico Snacks, los docentes de la agrupación 9 de abril y los estudiantes de la Unsam se estarán acercando a uno de los barrios afectados en San Martín para seguir demostrando la solidaridad de clase, sin intermediarios, llevando los propios trabajadores todo lo recolectado.
ü Exigimos plan de obras publicas ya! Gestionada por los trabajadores y los damnificados.
ü Indemnización integral cinto por ciento de todo lo perdido a todos los afectados y que los fondos se obtengan en base a un impuesto extraordinario a los bancos y grandes empresas que en estos años se la llevaron en pala.
ü Que los responsables políticos del crimen social no queden impunes.
ü Por una comisión investigadora independiente compuesta por organizaciones sociales, de DDHH y victimas de la inundación, para hacer una relevamiento en barrios, lugares de trabajo y hospitales sobre la cantidad de fallecidos y sus causas.
ü Plan de obras públicas para la construcción de viviendas, escuelas y hospitales, administrado de manera independiente por los trabajadores y beneficiarios, en base a la expropiación de los grandes grupos inmobiliarios, e impuestos progresivos a los grandes propietarios.
Como parte de esta campaña acercate este sábado 13/04 a partir de las 16 hs donde estaremos realizando una jornada solidaria en nuestra casa cultural KARL MARX situada en la calle Tucumán 2497 esquina Vidal en la localidad de San Martín para poder colaborar con los barrios mas afectados de los alrededores.
PTS Partido de los Trabajadores Socialistas
en el Frente de Izquierda y de los trabajadores
martes, 9 de abril de 2013
El Frente de Izquierda ante la catástrofe de las inundaciones
Fecha: Lunes 8 de abril de 2013(08/04/2013) Otra vez, el pueblo trabajador sufre decenas de muertos y enormes pérdidas materiales, con barrios enteros sin luz ni agua. Esta catástrofe social nada tiene de "natural": sus responsables son los gobiernos de Cristina Kirchner, de Scioli y Macri (junto a intendentes como Bruera de La Plata). No sólo incumplieron con obras tan anunciadas como necesarias, para evitar las inundaciones y estas muertes. Además, actuaron con inoperancia, desidia y desprecio por la vida. En la Plata donde el PJ gobierna desde hace 26 años, dejaron que la gente fuera arrasada por el agua toda una noche, lo que provocó la mayor parte de los muertos. Sólo existió en ese momento la autoorganización de los vecinos. Después de diez años del llamado "modelo", la infraestructura social, habitacional y sanitaria del país está en ruinas. Los recursos necesarios para esas obras han sido desviados a los privatizadores, banqueros y grandes capitalistas, a expensas de la vida de los trabajadores y el pueblo pobre. La "obra pública" de Kirchner, Macri y Scioli favorece a proyectos como Puerto Madero, canchas de tenis internacionales o rutas para los barrios privados. Lo mismo vale para el ´socialista´ Binner en Rosario, otro paraíso de la especulación inmobiliaria. En cambio, el ajuste y los recortes se aplican al presupuesto para vivienda popular, para obras que evitarían las inundaciones o construir cloacas. Las megatorres de lujo y shoppings (como el DOT) saturan servicios esenciales, entre ellos los desagües. Pero también se han devorado los espacios verdes (Tecnópolis), convirtiendo al suelo en un verdadero tapón. A su vez, la carestía del metro cuadrado hizo que crezcan las villas y asentamientos en terrenos inundables y construcciones precarias, empujando a miles a "vivir" hacinados a la vera de arroyos y ríos. Estos mismos gobiernos rescatan con fondos públicos a privatizadas como Edenor, Edesur o Edelap -que hace años dejan sin luz a miles de vecinos-; a las telefónicas -que suspendieron el servicio en plena tragedia-, o a Metrovías, a quien Macri le renovó la concesión, la misma que se lleva subsidios millonarios y volvió a cobrarse otra muerte obrera por falta de seguridad laboral. Asambleas y un programa para impulsar una salida Mientras los gobiernos y funcionarios de los gobiernos patronales daban su ausente sin aviso, surgió una enorme solidaridad obrera y popular. La bronca y la indignación se hicieron ver en los repudios a los funcionarios que se asomaron por los barrios, comenzando por la propia presidenta. Por su parte, crece la organización de los afectados, a través de las asambleas populares. El mismo días en que se daba a conocer el número de muertos, el gobierno destinaba al pago de la deuda una suma veinte veces superior a la ayuda directa que prometió a los inundados. La mayor parte de esa supuesta asistencia es a través de créditos, no de resarcimientos directos. De ese modo, el Estado, responsable del desastre, no indemniza a los afectados, sino que los carga con el peso de otra deuda. Mientras tanto, se producen aumentos siderales de productos esenciales (agua, velas, lavandina), ante la completa impotencia oficial. Desde el Frente de Izquierda llamamos a la más amplia solidaridad con los afectados, la que ya hemos puesto en marcha en todos nuestros locales y organizaciones sociales, políticas y sindicales donde participan nuestros partidos. Llamamos a hacer colectas solidarias en los lugares de trabajo, estudio y barrios. Al desastre provocado por los gobiernos del capital y sus partidos, le oponemos un programa opuesto al que ofrecen los políticos patronales: 1.- Resarcimiento sin condiciones a todos los afectados por la inundación, con la sóla comprobación del domicilio. Que se reparen todos los daños en sus viviendas, electrodomésticos, autos y muebles. Que las patronales paguen los días no trabajados a los trabajadores afectados. 2. Eximición del pago de todos los impuestos a los afectados, hasta que se repare todo lo perdido. Imposición a los grandes empresarios, laboratorios, centros comerciales e hipermercados a que entreguen alimentos, colchones, medicamentos y demás artículos necesarios. 3.- Que se declare la emergencia nacional, comenzando por la inmediata suspensión de los pagos de la usuraria deuda externa, los subsidios a las privatizadas y demás capitalistas, y la imposición de un impuesto especial al gran capital y a la gran propiedad urbana y rural. Por un plan de obras públicas, saneamiento, prevención de inundaciones y cloacas bajo control de trabajadores y organizaciones barriales, empadronando y asegurando trabajo con convenio a los desocupados. 4. Por un plan de viviendas populares y espacios verdes públicos controlado y administrado por las organizaciones barriales y sindicales. Por un plan urbano que sustraiga el suelo y el espacio público a la voracidad de los monopolios inmobiliarios, y los coloque en función de las necesidades del pueblo trabajador. 5. Juicio y castigo para todos los políticos y funcionarios responsables de tantas muertes y daños evitables. Llamamos a todas las organizaciones sindicales y estudiantiles a tomar en sus manos la solidaridad con los inundados, y a impulsar la autoorganización de los vecinos del pueblo trabajador, contra la manipulación de los punteros de los gobiernos de turno. Llamamos a reforzar la lucha por una alternativa política de izquierda y de los trabajadores, contra los gobiernos y partidos que han provocado esta catástrofe social. Frente de Izquierda y de los TrabajadoresPartido Obrero - Partido de los Trabajadores Socialistas - Izquierda Socialista |
domingo, 7 de abril de 2013
Opinion: Christian Castillo - Un nuevo crimen social
Un nuevo crimen socialLa "decada kirchnerista" dejará grabado en la historia argentina el sello de crímenes sociales de dimensiones históricas: Cromañón en 2004, la Masacre de Once en febrero de 2012 y los muertos por el temporal en la Semana Santa de hace exactamente un año. La tormenta que acaba de conmover a gran parte de la Capital y la provincia de Buenos Aires, con epicentro en La Plata, volvió a mostrar la crisis estructural de la Argentina capitalista y dejó al desnudo la responsabilidad y el cinismo de los políticos patronales. La gravedad de los acontecimientos derribó el clima de reconciliación nacional pregonado por Cristina Fernández luego del abrazo con Bergoglio en el Vaticano. Ni los Kirchner, ni Scioli ni Macri movieron un dedo en todos sus años de gobierno para hacer las obras necesarias para paliar los efectos de hechos naturales como el que sucedió en la región. Una cruda catástrofe natural, pero convertida por la desidia de empresarios y Gobiernos de turno en un nuevo crimen social. Otra vez la mayoría de las víctimas las pone el pueblo trabajador. La única preocupación de oficialistas y opositores de un lado y del otro de la General Paz fue desligar responsabilidades y aprovechar los acontecimientos para sus internas.Macri vacacionaba en Brasil y volvió de "urgencia" para ponerse al frente… de las cámaras y hacer politiquería sobre la tragedia popular. Rodríguez Larreta volvía de Europa dos días después. El Gobierno nacional lanzó su contracampaña casi "festejando" porque Macri estaba en problemas, mientras aumentaba el número de muertos y damnificados. Bruera y Mariotto también descansaban en playas lejanas: el primero mintiendo en forma descarada al decir que estaba trabajando en las zonas afectadas la noche anterior a su regreso al país. Alicia Kirchner reapareció en un centro de donaciones de La Plata 48 horas después en medio de los insultos de bronca de los vecinos. En La Plata y alrededores el temporal se desató con fuerza y la ayuda estatal comenzó a llegar a cuenta gotas más de 12 horas después del fenómeno natural, demostrando que el "aliado" de la coalición gubernamental, Daniel Scioli, tiene a la provincia de Buenos Aires en condiciones similares a la derecha macrista de la Capital. La Presidenta se decidió por hacer demagogia y se fue hasta Tolosa a "recorrer los barrios" e informarles a los desamparados que habían perdido a sus familiares que ella también había vivido una inundación cuando era chica. Algunos vecinos la increparon a los gritos. No es para menos. La fortuna personal de Cristina asciende a 8,4 millones de dólares y tiene veintiocho propiedades. Su respuesta más concreta frente al desastre fue la convocatoria al Ejército y a la Gendarmería a cumplir su rol de control para evitar desbordes sociales frente a lo que llamó presencia de "caras extrañas". Lo cierto es que en diez años de crecimiento récord los que "la juntaron con pala" fueron los grandes empresarios y banqueros, nacionales y extranjeros. Miles de millones de dólares fueron a pagar la deuda externa a los "buitres" mientras otros tantos se fugaron en concepto de remesas para las casas matrices de las multinacionales y las mineras que contaminan el medio ambiente y saquean nuestras riquezas. En estos diez años de crecimiento, la infraestructura del país es igual o peor que en los 90. En la Ciudad de Buenos Aires la urbanización irracional a favor de la rápida ganancia capitalista llevó a la pérdida de espacios verdes. La construcción de megatorres redujo drásticamente las tierras de absorción para lluvias, y para darle mayores beneficios a las empresas se eliminó el pulmón de manzana en esos edificios. Además, la pavimentación y repavimentación sucesivas de las calles, para "reducir costos", están por encima de la línea establecida para el escurrimiento del agua. La misma problemática es extensiva a la Provincia, con la construcción de barrios cerrados para pocos que provoca desequilibrios explosivos en el resto de las zonas. Mientras tanto se siguen destinando subsidios multimillonarios a las privatizadas, como los Roggio o los Romero, que junto a los Cirigliano son los responsables de crímenes como el de Once. Pero hay más: al día siguiente del temporal la Corte de apelaciones de Nueva York dio curso a la oferta que el Gobierno hizo a los "fondos buitres". El Banco Central acaba de sacar 2.300 millones de dólares para pagar deuda externa a los organismos multilaterales. ¿Cuántas vidas podría haberse salvado si esos fondos se invertían en infraestructura? Mientras las inundaciones mostraban por arriba la podredumbre de la politiquería patronal, por abajo se desarrolló una enorme y conmovedora solidaridad popular. Uno de los ejemplos más importantes fue protagonizado por los trabajadores del Subte, que pararon todas las líneas por la muerte de un compañero que falleció electrocutado. Como denunció el delegado de la línea B, nuestro compañero Claudio Dellecarbonara: "El compañero murió por la negligencia y la falta de interés de la empresa y los Gobiernos". O los trabajadores de Kraft y del ferrocarril, organizando colectas de víveres y demás elementos esenciales para los damnificados. Son cientos los ejemplos de arrojo, de apoyo, que nacen en los barrios, en las fábricas, en las escuelas, en todo el país, con los damnificados. La Argentina obrera y popular demostró una vez más que la solidaridad de clase se impuso para enfrentar la situación. La tormenta es natural; los muertos y el desastre, no. Desde el PTS y el Frente de Izquierda no dejaremos de denunciar que los Gobiernos nacional, provincial y de la Ciudad son los responsables de esta masacre contra el pueblo trabajador: un nuevo crimen social. |