domingo, 31 de mayo de 2009
Ni muros ni gatillo fácil. Prohibir los despidos y trabajo para todos
La respuesta a la crisis por parte de los empresarios son los despidos, las suspensiones y el congelamiento de las paritarias. La derecha de De Narvaez, los intendentes K y el propio gobierno nacional acuerdan o dejan pasar estas medidas. A esto le agregan la militarización de los barrios donde persiguen a la juventud y discriminan. Levantan muros, saturan de policía bonaerense que tiene en sus filas a 9000 agentes de la última dictadura. Esta política de "mano dura" ya costó la desaparición de Luciano Arruga por parte de la policía de Lomas del Mirador. Quieren profundizar la situación de miseria que ya vivimos en el Gran Buenos Aires. Aquí la desocupación es la más alta del país, solo menor que en Catamarca y Salta, siendo que es acá donde se producen las mayores riquezas del país, donde se fabrican los autos, las autopartes, los alimentos, etc. Según el propio Indec, la pobreza que en los partidos del Gran Buenos Aires llega al 17,8% de las personas contrasta con el 5,3% que existe a pocos kilómetros en la Capital. En gran parte se trata de trabajadores con empleo que por los salarios bajos se los considera parte de los pobres. Esto choca con la proliferación de countrys y barrios privados, autopistas construidas para que circulen a alta velocidad autos último modelo de los gerentes y dueños de las fábricas que no pararon de enriquecerse y viven obscenamente cercanos a los lugares de mayor pobreza. Mientras, sufrimos en las zonas mas postergadas de la provincia una discriminación absoluta. Así, mientras en Pinamar el municipio gasta por día $19,53 por habitante, en el Gran Buenos Aires esa cifra se reduce hasta lo mínimo: $1,11 en La Matanza, $1,17 en Lanús, $2,53 en Morón, $2,05 en Quilmes, $2,22 en San Martin. Todo es desigual. El Gran Buenos Aires donde habita el 23% del total del país tendrá en las Cámaras un porcentaje mucho menor de representantes debido a las leyes vigentes. Dentro del propio Gran Buenos Aires las diferencias son notorias. Hasta el transporte está diseñado de forma de perjudicar a los más humildes. Así mientras que San Isidro solo el 4% de la población no tiene acceso al transporte, en lugares como Florencio Varela este porcentaje llega al 18% y en Matanza al 11%. Sin dudas son los jóvenes los primeros en sufrir esta situación. Ellos tienen los porcentajes de desocupación más altos. Es en esta zona del país donde se concentran los más de 500.000 jóvenes que no estudian ni trabajan. Las mujerestienen los peores empleos y están obligadas a una doble jornada de trabajo, en las empresas y en sus hogares.Ellos quieren aumentar la pobreza con despidos, suspensiones y congelamiento salarial mientras tratan de conformar a los desocupados con algunos planes asistenciales y hacen obras de poca envergadura y mucha prensa. Los trabajadores tenemos que dar nuestra propia respuesta. El PTS propone tres medidas elementales. Prohibir los despidos y suspensiones. Imponer un salario igual a la canasta familiar y un plan de obras públicas financiado con impuestos a las grandes fortunas para conseguir trabajo para todos. De esta forma podremos salvar a la clase que produce el conjunto de las riquezas del país de nuevos años de desocupación. No hay otra forma de enfrentar la marginación a la que nos quieren condenar los gobiernos y los empresarios. La crisis la tienen que pagar los grandes empresarios, los banqueros, todos los capitalistas. Lamentablemente las centrales obreras participan en estas elecciones pero para apoyar a los políticos de los empresarios, a los que defienden sus ganancias. Moyano apoya a Kristina y su modelo de salarios bajos, en negro yprecarios. La CTA apoya a Sabbatella que llegó a Morón de la mano de la Alianza en 1999 junto a Fernando de la Rúa. Ahora otorga beneficios a los grandes empresarios y congela los salarios como en toda la provincia, pagando a los trabajadores municipales de Moron un salario básico de 650 pesos. Para no hablar de De Narváez, un millonario con una fortuna de 500 millones de dólares que según dice la hizo “a la vieja usanza”, es decir en base a la explotación de miles de trabajadores cuando fue dueño de Casa Tía y hoy nos propone la mano dura como salida. Los trabajadores tenemos que hacer política pero no para apoyar estos proyectos, sino una política propia. Para ellos necesitamos construir nuestro propio partido para que la crisis la paguen los capitalistas. El Partido de los Trabajadores Socialista se presenta a estas elecciones en el Frente de Izquierda y los Trabajadores Anticapitalista y Socialista junto a los compañeros del MAS y de Izquierda Socialista para denunciar esta situación y plantear que la crisis la tienen que pagar los capitalistas, no los trabajadores. Te llamamos a votar al Frente de Izquierda para apoyar esta pelea.
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