Banderas de militancia

Por: Manolo Romano

Luego de un primer momento de “respeto al luto” de la presidenta, la oposición patronal del Grupo A pasó a trabarle la aprobación del Presupuesto 2011 en el Congreso. A pesar del relanzamiento del gobierno luego de la muerte de Néstor Kirchner, volvió a quedar en evidencia que el kirchnerismo ha perdido resortes de poder para lograr hegemonía. A su vez, la división opositora que el oficialismo festeja, le terminó jugando en contra. Los radicales comenzaron dándole quórum, pero “corridos por izquierda” por Carrió y Pino Solanas que los acusaron de mantenerse fieles al viejo Pacto de Olivos de los 90, finalmente fueron la clave del frente parlamentario que logró postergar la votación y busca obligar al Ejecutivo a negociar con el Congreso.

Más allá de lo que resulte luego de una semana en la que la “Ley de Leyes” será puesta sobre la mesa de negociaciones como botín de reparto entre representantes de provincias, su aprobación no se trata de una gesta “nacional y popular” como pretende el oficialismo.

Aquel que sea llamado a militar en el kirchnerismo por “la redistribución del ingreso” debe saber que mientras la mitad de la recaudación presupuestada para el 2011 será por IVA, que afecta principalmente el consumo popular, y por contribuciones a la seguridad social, que se apoya principalmente en una reducción al salario, por otra parte los subsidios a las ganancias empresarias (16% de los gastos previstos) y los intereses de la deuda (10%), suman un cuarto del total del gasto presupuestado. En tanto el presupuesto de Educación que reclaman aumentar miles de estudiantes alcanza, en el proyecto del Congreso, apenas un 7%; en la Cumbre del G-20 en Corea se negocia seguir enviando recursos al pago de la deuda externa.

Si las banderas que el kirchnerismo tiene para la juventud fueran, sin demagogia, defender la política real del gobierno, estarían llamados a militar, en primer lugar, por el pago de la deuda externa al Club de París. ‘La Cámpora’ debería reformular las consignas de los 70 y cantar “que lindo que va a ser, pagar la deuda externa con los fondos de la Anses”. Ese es el objetivo de la delegación que Cristina Kirchner llevó a Seúl, donde el ministro de Economía Amado Boudou y el jefe de la Anses Diego Bossio, que supieron militar con la juventud neoliberal de los Alsogaray en los 90, tratan de cerrar al acuerdo para desembolsar 7.000 millones de dólares a partir del año entrante. El intento de presentar como una medida “soberana” que ese plan de pagos se realice “sin el control del FMI”, es una farsa: cuenta con el voto afirmativo de Estados Unidos, Canadá, Alemania y Japón, entre los países imperialistas acreedores, que suelen prescindir de los protocolos a la hora de cobrar.

Mientras el Movimiento Evita llama a organizar a los jóvenes que simpatizan con el gobierno por enfrentar a “la oligarquía” en el conflicto de la 125, se preparan para juntar votos para Cristina 2011 junto a representantes de “la patria sojera” en el peronismo. En el oficialismo se festeja que Carlos Reutemann haya anunciado su “apartamiento” de la Mesa Coordinadora del Peronismo Federal de Duhalde y De Narváez por las “diferencias” que surgieron tras la muerte de Néstor Kirchner. Lo que es presentado como un triunfo del kirchnerismo es en realidad la posibilidad de un peronismo unido en Santa Fe con las huestes del Lole y Obeid, repitiendo lo que se está armando con De la Sota y Schiaretti en Córdoba, donde el kirchnerismo será una minoría de centroizquierda dentro de un peronismo dominado por los gobernadores derechistas y los caudillos provinciales.

Lo nuevo, en la realidad política, lo ha puesto otra vez la clase trabajadora y la izquierda clasista. La lucha de la Asamblea de Tercerizados ferroviarios del Roca ha logrado un gran paso adelante obteniendo el compromiso firmado del ministerio de Trabajo de reincorporar a todos los despedidos y pasar a planta permanente a todos los trabajadores. El compromiso que logró la lucha del Roca es más de lo que la CGT y el gobierno ofrecen con el proyecto de Ley de Recalde para “poner restricciones a la tercerización” pero sin terminar con ella (ver página 4), manteniendo una fuente estructural de ganancias extraordinarias que las patronales conquistaron en los 90. En tanto, la misma justicia que acaba de ratificar el sobreseimiento del ex presidente De la Rúa en la causa que investiga la muerte de cinco de los manifestantes asesinados el 20 de diciembre de 2001, da a largas con la investigación de los responsables del crimen de Mariano Ferreyra y no ha tocado a los autores intelectuales. Semanas después de la emboscada asesina de Barracas, las elecciones gremiales en los ramales ferroviarios Sarmiento, Mitre y otros se hicieron con José Pedraza al frente de la Unión Ferroviaria.

Nuestras primeras banderas para construir una corriente nacional de militantes en los trabajadores y estudiantes pasa por desarrollar la batalla política que viene dando la agrupación Bordó del Roca y el PTS, y que salimos a difundir con 100 mil afiches: Cárcel a Pedraza. Todos a planta permanente en todo el país.

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