El viernes 8 de julio la empresa terminó anunciando un aumento de $300 en los premios. Esto, sumado a los $400 de adelanto no descontados más el 33,4% firmado en paritarias, da un aumento del 40%, el monto que los/as trabajadores/as se habían propuesto conseguir al principio de las paritarias. Un aumento que, si bien no es como lo reclamaban los trabajadores (es en cuotas y los $300 es en un premio), es reivindicado como un logro obtenido con los métodos de la clase obrera: asambleas, plan de lucha. paros, cortes de Panamericana, Callao y Corrientes y movilización al Ministerio de Trabajo.
Los/as trabajadores/as de Kraft demuestran nuevamente que no era descabellado el pedido y que era posible conseguirlo, a pesar de haberlo hecho no sólo contra la patronal sino también contra la Verde, conducción del STIA, con sus aliados el gobierno y su Ministerio. Lo que hace más grande esta pelea y la decisión de estos trabajadores de enfrentar a estos enemigos con la decisión que lo han hecho, como lo demostraron en 2009, enfrentando a todos, incluso a la embajada norteamericana. En estas semanas se volvió a demostrar que en Kraft manda la asamblea. Los/as trabajadores/as, con la Comisión Interna a la cabeza, demostraron que la unidad y las decisiones votadas en asamblea son condición fundamental para la lucha. Una tradición distinta que empezó a desarrollar la nueva Comisión Interna y que, junto a la Comisión Interna de PepsiCo y la agrupación Desde Abajo, tienen como objetivo extender a todo el gremio para recuperar el sindicato para las y los trabajadores. En el próximo periódico explicaremos las conclusiones y lecciones que nos deja a los revolucionarios esta lucha de más de 2.500 obreros que mantuvo paralizada seis días a una poderosa multinacional apoyada por la embajada yanqui que factura millones de dólares por día.
Otra derrota para la empresa
A la derrota de la multinacional Kraft y del sindicato de Daer -que intentó romper la unidad de la fábrica, que traicionó abiertamente firmando todo lo que la patronal proponía- se suma un nuevo golpe: el juzgado de primera instancia del Trabajo Nº 39 acaba de fallar a favor de la reinstalación de uno de los compañeros despedidos en el conflicto de 2009. Una nueva gran conquista de los/as trabajadores/as y una nueva derrota de la soberbia patronal. “Los pibes que vos echaste van a volver, y sí señor, mirá cómo entramos todos por el portón”... Más de uno volvió a tararear la canción de lucha que acompañó esos días. En la fábrica se vivió un clima de enorme alegría y de altísima moral, por ser un triunfo de magnitud que los fortalece de conjunto para las peleas que se vienen como la lucha contra los procesamientos y pedidos de desafuero de los/as delegados/as y todo ataque que se pretenda hacer a estos trabajadores, que son vanguardia del sindicalismo de base. El desafío es defender y continuar profundizando el camino de la organización y unidad conquistadas. ¡Unidad, organización y lucha!
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