martes, 13 de diciembre de 2011

Declaración LTS - Mexico ¡Todos a las calles! No más represión y asesinatos de luchadores sociales.


¡Todos a las calles! No más represión y asesinatos de luchadores sociales.

El día 12 de Diciembre de 2011 alrededor de las 12 del día un grupo de aproximadamente 500 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero se manifestaban en el kilómetro 276 de la Autopista México-Acapulco para exigir el cumplimiento de un pliego petitorio que contenía entre otras, las demandas de aumento a la matrícula estudiantil, el otorgamiento de plazas a los estudiantes egresados de la generación 2012 y el mejoramiento de las condiciones de estudio de los normalistas. El Gobernador del Estado de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero se había comprometido ya a finales del mes de Octubre a cumplir estas demandas, pero no lo hizo. Ante este incumplimiento los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa habían ya ocupado hace una semana momentáneamente algunas radiodifusoras de la capital del estado y el 13 de noviembre pasado habían realizado un bloqueo en la misma autopista, este bloqueo fue desalojado también por elementos de la Policía Federal. Este último bloqueo de la autopista México- Acapulco a la altura de “El Libramiento” como respuesta al incumplimiento de estas demandas, fue disuelto violentamente por elementos de la Policía Federal, La Policía Estatal Preventiva, Policías Municipales, Elementos del Ejército y elementos parapoliciales vestidos de civil , que desde el frente policiaco dispararon en contra de los estudiantes, hiriendo a siete y asesinando a dos de ellos, los jóvenes Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús. Los estudiantes presentaban varios disparos en el cuerpo y tiros en la cabeza, provenientes de rifles AK-47 o “cuernos de chivo”, disparados según testigos por los elementos “externos” a las corporaciones policiacas vestidos de civil. El brutal ataque de los cuerpos represivos a los estudiantes de una Escuela Normal como la de Ayotzinapa, de larga e importante tradición de lucha, de la cual han surgido personajes como Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, que durante los últimos años viene enfrentando junto a 16 Normales rurales más la ofensiva contra la Educación Pública, que busca entre otras cosas el cierre definitivo de las Normales es uno más de los ejemplos del aumento de las medidas represivas y la persecución en contra de los luchadores sociales y defensores de Derechos Humanos que se enfrentan a los planes antipopulares y anti obreros del gobierno. En las últimas semanas hemos visto un salto importante en los asesinatos y desapariciones de luchadores sociales, así encontramos el caso del del asesinato de Nepomuceno Moreno del MPJD en Sonora, el de Trinidad de la Cruz, “Don Trino”, de Ostula Michoacán, precedido por el de Pedro Leyva ; la desaparición de Eva Alarcón y Marcial Bautista, campesinos ecologistas de Guerrero, así como de dos compañeros más de la comunidad de Ostula , el asesinato del Estudiante de la UNAM Carlos Sinuhé Cuevas y el atentado contra Norma Andrade de Nuestras Hijas de Regreso a Casa. En los casos mencionados existe responsabilidad y complicidad del gobierno, pues nunca se prestó atención a las peticiones de medidas de protección a los luchadores sociales que ya habían recibido amenazas, como en el caso de Nepomuceno, o porque las fuerzas represivas participaron o permitieron los ataques contra los luchadores, es el caso de Don Trino y de Eva Alarcón y Marcial Bautista; en el primero de los casos, la policía federal abandonó la caravana en que participaba Don Trino hacia Ostula con un grupo de observadores de Derechos Humanos poco antes del ataque de los paramilitares, en el segundo los campesinos de la sierra de Petatlán fueron bajados del camión en que viajaban hacia la ciudad de México por personas encapuchadas mientras el camión se encontraba detenido por un retén militar. La militarización vuelve a mostrar una vez más su verdadero objetivo, la criminalización, persecución y represión de todos aquellos que cuestionan los planes gubernamentales contra los trabajadores, las mujeres, los campesinos, indígenas y la juventud, valiéndose para ello del uso del ejército, las corporaciones policiacas y grupos paramilitares que actúan bajo su cobijo con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico. Si esto es sí, la única manera de frenar estos embates en contra de todos aquellos que luchamos contra el desempleo, el saqueo de los recursos naturales, el feminicidio, la subordinación al gobierno de EE.UU., el recorte a las libertades democráticas y las violaciones a los derechos humanos es la más amplia y sólida unidad para exigir el cese de estos ataques y el juicio y castigo a los responsables de los ataques, pero que también pelee de manera independiente y sin confianza en el gobierno y sus instituciones por la salida inmediata del ejército de las calles. Esto solo puede conseguirse con los métodos de lucha de los trabajadores y los explotados y oprimidos confiando únicamente en su fuerza y potencialidad. El asesinato de estos jóvenes estudiantes de la Normal de Ayotzinapa ha suscitado un extenso y enérgico repudio por parte de más de 200 organizaciones defensoras de Derechos Humanos, ellas, al lado dEl Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, Nuestras Hijas de Regreso a Casa, las demás organizaciones como la Coordinadora Nacional contra la Militarización y el Encuentro de Emergencia Nacional, las organizaciones de derechos humanos y de mujeres en lucha contra el feminicidio, junto a las organizaciones sindicales que se reclaman democráticas e independientes (como el SME, la CNTE, la UNT), tienen que llamar a una gran movilización en las calles contra la militarización y la persecución de los luchadores sociales. Los sindicatos, en particular, tienen que convocar a acciones de lucha, preparando el camino para un gran paro nacional contra la política del gobierno, exigiendo el cese inmediato a los asesinatos y ataques a luchadores sociales, y contra una militarización que durante el sexenio de Calderón ha provocado 60,000 muertos, 10,000 desaparecidos y 120,000 desplazados, en su mayoría trabajadores, jóvenes y sectores populares. Junto a esto y ante la impunidad del gobierno y la implicación velada de los cuerpos policiales, judiciales y militares en las persecuciones, secuestros y levantamientos en todo el país, somos las organizaciones sociales, de Derechos Humanos, activistas, sindicatos y organismos de mujeres, quienes debemos garantizar la protección y la vida de nuestros(as) luchadores(as) sociales.
Liga de Trabajadores por el Socialismo /Agrupación Estudiantil ContraCorriente / Agrupación de Mujeres Pan y Rosas 13-12-2011

No hay comentarios: