jueves, 17 de mayo de 2012

Cristina Fernández "de Kraft" visitó la ex Stani - Cadbury



por Tomás Suárez, Congresal STIA - Lista Bordó

La presidenta Cristina Kirchner vino a inaugurar en la Planta Victoria (la ex Stani-Cadbury comprada hace un tiempo por Kraft Foods) una nueva línea de producción de chocolates Milka.

Su visita causó conmoción en la fábrica, no tanto por despertar grandes simpatías políticas, sino por tratarse de una figura trascendental. Unos días antes la patronal hizo una lista selectiva de los “afortunados” que iban a poder presenciar el acto. Obviamente que en esa lista no estábamos los que día a día luchamos por nuestros derechos en la fábrica, muchos hoy organizados en la flamante Lista Bordó. La mayoría de los que fueron eran nuevos operarios con meses de antigüedad, cosa de que se disciplinen fácilmente y no se les ocurra hacerle algún reclamo a la Presidenta. Esto enojó mucho a varios trabajadores que se sintieron discriminados y muchos sectores pararon la producción a pesar del acoso de los líderes, yendo igual a escuchar qué era lo que tenía para decir la Presidenta. Ni una palabra dijo de la realidad que vivimos los trabajadores, sólo habló de las enormes ganancias e inversiones de Kraft y de su capacidad productiva, gracias a la explotación de sus obreros que cobran un salario promedio de 4 mil pesos.

En esta planta de Kraft la mayoría de los trabajadores soportamos un convenio flexibilizador de la época menemista, donde tenemos que trabajar 6 días a la semana con un salario menor al viejo convenio, dejando la vida adentro de la fábrica. Mientras que los más “viejos”, que ganan un poquito más o los que hacen alguna hora extra para llegar a fin de mes o terminar su casa, sufren la mutilación de sus salarios con el mal llamado impuesto a las ganancias.

No se podía esperar otra cosa ya que CFK vino de la mano de López Matheu (ex Clarín), quien fue el responsable del gran conflicto del 2009 en Kraft-Pacheco, que dejó a decenas de trabajadores en la calle, y que hoy no acata los fallos judiciales firmes de la Justicia Laboral donde tiene que reincorporar a los despedidos de ese gran conflicto. También la acompañó uno de los popes de la UIA como De Mendiguren y el Gobernador Scioli, responsable de la represión en Kraft, mostrándose junto a ella al servicio de la multinacional.

Pese a los esfuerzos por teñir a Kraft de “nacional y popular”, donde se mezclaban con la línea de gerentes y administrativos, los jóvenes de la Cámpora y la JP Evita, punteros de San Fernando y Tigre, y unos pocos trabajadores, no fue suficiente para lavarle la cara a esta patronal yanki que persigue y explota a sus trabajadores y gira sus enormes ganacias al exterior.

Tampoco alcanzó el gesto cosmético de la patronal, que mandó a descolgar una placa de cuando fue Menem a inaugurar la mini planta de Mantecol, para esconder que es este gobierno “nacional y popular” el que mantiene la flexibilización laboral de los ‘90.

Así se lo hicimos saber los trabajadores que nos organizamos en la Lista Bordó, haciéndole llegar una carta denunciando nuestras pésimas condiciones de vida y de trabajo, que también se repartió a todos los medios presentes, y que fue acompañado por una acción ese mismo día a la mañana en el Obelisco junto a las comisiones internas y trabajadores de Kraft-Pacheco y PepsiCo.

Mientras, otro grupo de trabajadores la despedimos al grito de Cristina “abajo el convenio mantecol”, “basta de discriminacion”, “decile a Tomada que nos de respuestas”.

Este descontento se expresó al día siguiente en el paro de 2 hs. por turno impuesto por STIA. En las asambleas que se les arrancaron a la actual Comisión Interna que junto a Daer no quería imponer sus migajas de aumento, mientras éste cobra más de 70.000 pesos. En ellas se votó mayoritariamente pelear por un 40% de aumento salarial de una sola vez, contra el techo salarial del gobierno, que se discuta un convenio de 5 días y 8 horas con un salario igual a la canasta familiar. Y por un nuevo paro con movilización a la Copal. Es muy ilustrativa la intervención de una compañera que en la asamblea dijo :“Cristina dice que nos tenemos que sentir afortunados por poder comprarle el chocolate que le gusta a nuestros hijos, pero por eso no me siento así, tenemos que cambiar esta situación y salir a luchar por un mejor salario y convenio, podemos ganar o perder pero vale la pena luchar, no quiero este futuro para mis hijas, quiero que puedan tener un trabajo digno, que vayan a la universidad y no sólo poder comprarle un chocolate”. Aplausos de los trabajadores.



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