ALIMENTACIÓN

Repudio masivo, asambleas y paros contra la patota de Daer Entrevistamos a Maximiliano Montero y Tomás Suárez, congresales de La Bordó de Kraft Planta Victoria, agredidos en el Congreso del STIA por la patota de Daer. LVO: ¿Qué se iba a discutir en el Congreso de Memoria y Balance? MM: El balance económico y sindical del STIA que era del año 2011 y encima se nos entregó minutos antes de empezar el congreso. La directiva se niega a abrir los libros contables y que sean públicos porque saben que saltarían todos los chanchullos que hacen con una de las cuotas sindicales más altas del país de 4.5% y el 2% que les roban a los no afiliados para mantener sus sueldos millonarios. Daer en noviembre cobró $85mil. TS: Los congresales y las Comisiones Internas de la Bordó la semana previa impulsamos asambleas en las dos plantas de Kraft y en PepsiCo. Al mismo tiempo propusimos que el congreso sea abierto a los congresales de la Federación y a las comisiones internas para discutir un plan de lucha. LVO: ¿Y qué les respondieron? MM: Que solamente participaban los congresales del STIA. Sin embargo adentro había hasta barras bravas mientras que a nuestros compañeros de las Internas de Kraft y PepsiCo no se les permitió el ingreso, cuestión que repudiamos e hicimos que conste en actas. Desde La Bordó participamos con 15 congresales de las fábricas más importantes del gremio LVO: ¿Qué otros puntos fueron a plantear al congreso? TS: En primer lugar rechazamos el balance económico trucho de Daer. También fuimos a plantear que es necesario que el STIA abandone su subordinación al gobierno y que llame a un plan de lucha contra el impuesto al salario, las asignaciones familiares, el 82% móvil, la precarización laboral. Empezando por convocar en todas las fabricas a asambleas para que se discuta la participación en la movilización del 19D que es por estos puntos. LVO: ¿Cuál fue la resuesta de la Directiva? MM: Hostigamiento y amenazas de la patota que no nos dejaba hablar. TS: Daer se puso nervioso porque vio una nueva generación de jóvenes trabajadores que le fuimos a dar debate. Pensó que nos iba a callar pero no fue así y por eso cuando terminó el congreso vinieron los palos. LVO: ¿Cómo fue que los agredieron? MM: Cuando nos estábamos retirando una patota empezó agredirnos con palos, mangueras de bombos y a patearnos en el piso junto algunos miembros de la Directiva. Quisieron cerrar las puertas pero pudimos salir. Fuimos agredidos Suárez y Fernández de STANI, Alejandro Morelli de PepsiCo y los compañeros Sandoval y Centurión de Kraft. Varios de nosotros tuvimos que ser hospitalizados en el Ramos Mejía por los golpes sufridos. LVO: ¿Cuál fue su respuesta ante esta cobarde agresión? TS: Impulsamos asambleas en las fábricas. En Kraft-Pacheco se votó repudiar a la patota Verde. Los nuevos Congresales de la Bordó, Paola Arez, Liria Pereyra, Juan Centurión, Sandoval y Darío Lapido explicaron a sus compañeros la situación en cada turno. Por la mañana los congresales verdes entraron a los comedores para "disculparse" pero fueron repudiados. A la tarde pasó lo mismo. Con los congresales nuevos se hicieron asambleas en todos los comedores. Por la Noche, la silbatina fue generalizada. En PepsiCo desde el lunes a la mañana comenzaron las asambleas y de entrada se votó parar dos horas por turno en repudio a la patota. En los tres turnos se paró. Una humillación para los de Daer. Una respuesta contundente de los obreros que muestran cómo esa fábrica sigue creciendo en combatividad. MM: En Stani (Kraft Victoria) fuimos los congresales Bordó los que hicimos las asambleas en los comedores. Los delegados "independientes" tardaron en llegar y cuando lo hicieron expresaron su repudio a la Verde pero se negaron a hacer asamblea general de turno. El repudio se extendió y se votó sacar una declaración de todos los trabajadores de la planta contra la patoteada verde. Ahora, La Bordó con la fuerza renovada por la pelea dada tiene el gran desafío de organizar una gran participación de los trabajadores de la alimentación el próximo 19D junto al sindicalismo combativo para seguir luchando por los derechos de los trabajadores.