jueves, 13 de mayo de 2010

La Autentica Defensa-Campana: Andres García, dirigente de PTS: Acerca de la Cumbre de la UNASUR

La Auténtica Defensa. Edición del jueves, 13/may/2010.

Andres García, dirigente de PTS: Acerca de la Cumbre de la UNASUR

“Terminar con la presencia y dependencia imperialista depende de la movilización independiente de los trabajadores y el pueblo"

Dialogamos con Andrés García, dirigente regional del Partido de los Trabajadores Socialistas acerca de la Cumbre de la UNASUR realizada el pasado martes en nuestra ciudad.

¿Qué opiniones le merece la realización de la última Cumbre de la UNASUR?

Si bien lo más destacado públicamente de la Cumbre fue la elección de Néstor Kirchner como Secretario General de la UNASUR, lo que constituye una conquista diplomática para los Kirchner. Lo más importante a destacar pensando desde los intereses de los trabajadores y el pueblo, es poner en discusión la falsa idea que se quiere instalar de que la unión de los pueblos de nuestro continente avanza con estas reuniones y que las mismas tienen el objetivo de fortalecer un desarrollo independiente, antiimperialista y a favor de los intereses de los sectores populares de los países sudamericanos. La mentada unidad que se enarbola en los discursos presidenciales, no es más que el intento por establecer un clima de acuerdos y estabilidad regional, evitando los conflictos, para la realización de los negocios de las burguesías de cada país. Más allá de que existen diferentes tendencias políticas dentro de la UNASUR, hay una base común de acuerdos que es posibilitar los negocios de los grupos económicos por sobre los intereses de los trabajadores y el pueblo. Cuando Rafael Correa expresa que esta Cumbre fue más ejecutiva, es necesario remontarnos a la Cumbre del año pasado en Bariloche a la que se había llegado con discursos beligerantes y amenazas de rupturas pero en la que finalmente se emitió un documento consensuado en el que no había ninguna condena a la instalación de siete nuevas bases militares norteamericanas en zonas estratégicas del territorio colombiano. Es decir, hoy son más ejecutivos sobre una base de acuerdos previos como el de dejar avanzar los intereses de EEUU en la región, más allá de algunos discursos encendidos de algún presidente.

¿Cuál es su opinión sobre los discutido en torno a la situación de Honduras y Haití?

Con respecto a Honduras, si bien la mayoría de los países de la UNASUR siguen sin reconocer al Gobierno de Lobo, hay que decir que en el momento del Golpe, más allá de las declaraciones de repudio, ni la UNASUR ni gobiernos como el de Chavez o Evo Morales convocaron a la movilización de las masas latinoamericanas para desarrollar una resistencia activa al golpe y la solidaridad con el pueblo hondureño, lo que hubiese mostrado una alternativa a la política de EEUU, que buscó en todo momento una salida negociada con los golpistas. Más allá de los discursos, la UNASUR no fue alternativa a esa política del imperialismo para la región. Una de las artífices de esa política fue Hillray Clinton quien estuvo hace poco de gira por nuestros países y fue recibida con bombos y platillos.
El mismo nivel de doble discurso se maneja con respecto a la situación de Haití, aunque hoy se declare enviar solidaridad por las consecuencias terribles del terremoto (aunque el mismo Correa dejó claro que no se enviaron los fondos que se habían prometido), hay que decir que desde el año 2004, tropas argentinas, uruguayas, bolivianas y chilenas lideradas por Brasil, ingresaron en Haití como una fuerza de ocupación, mandatada por la ONU. A pesar de los esfuerzos de estos gobiernos para hacerla pasar por una "misión de paz" con "objetivos humanitarios", en estos años, las tropas de la MINUSTAH, demostraron que su verdadero objetivo es actuar con "poder de policía" persiguiendo y reprimiendo a los trabajadores y el pueblo haitiano. Estos gobiernos que se dicen "progresistas" cumplen, con el aval de los imperialismos europeos, un estricto rol de retaguardia a pedido de EE.UU. dejando libres a las tropas norteamericanas para la ocupación en Irak y Afganistán. Estas tropas han sido acusadas por apremios ilegales, torturas y abuso sexual contra mujeres y niñas de los barrios más pobres de Haití. Entonces, la política de estos gobiernos de confiar en Obama para derrotar el golpe en Honduras, y la aceptación de la instalación de las nuevas bases militares en Colombia, muestran que los gobiernos "posneoliberales" incluidos los que profesan un discurso más "antiimperialista", no representan una vía contra el imperialismo, sino que a lo sumo intentan negociar los términos de una subordinación y dependencia al imperialismo norteamericano, que ya dan por hecho.

¿Qué análisis puede hacer de las políticas interiores de estos países?

En su política interior estos gobiernos tampoco representan los intereses del pueblo trabajador y esto no sólo pasa en los gobiernos más pro-norteamericano, como el de Colombia, Perú o Chile, sino también en los de discurso más progresista. Por ejemplo, En Chile el presidente-empresario Piñeyra no sólo militariza los barrios más pobres que fueron afectados por el terremoto, sino que reprime las manifestaciones del 1° de Mayo; en Perú se repiten las matanzas de campesinos y pueblos originarios, en la Bolivia de Evo Morales se reprime las movilizaciones de importantes sectores del movimiento obrero que pelean contra el mísero 5% de aumento salarial que quieren dar los empresarios y que defiende el gobierno y contra la prohibición de organización sindical para los estatales; en Venezuela se mantienen impunes las matanzas de dirigentes obreros a manos de sicarios empresariales y obreros de Mitsubishi murieron en la represión policial que dictó el gobernador chavista Tarek William Saab.En la Argentina, entre otras cosas, vimos cómo los obreros de la ex-Terrabussi que enfrentaron a la patronal yankee de Kraft, fueron reprimidos y detenidos dentro de la misma planta. Es para destacar la resolución tomada en la Cumbre de apoyo al gonierno paraguayo y los argumentos esgrimidos, como dice el diario Página 12: "los presidentes consideraron íntimamente ligada a Honduras la situación de Paraguay y, en general, la de cualquier país del continente donde sectores minoritarios intentan voltear un gobierno para poder colocar en su lugar uno acorde a su paladar". ¿Es que en Paraguay hubo un golpe de estado, preguntará el lector? Para nada, sino que el gobierno de Lugo decretó el Estado de Excepción mandando un millar de militares a cinco lodalidades: el hecho señalado como causa de la medida es el asesinato de 4 policías a manos de un supuesto grupo guerrillero de dudoso origen EPP. Pero en realidad, la cuestión de fondo es el intento de aplicar una salida represiva a una situación de fuerte tensión en el campo, en especial de la región norte fronteriza con Brasil, entre la población campesina y los monopolios extranjeros del agro y los grandes terratenientes. Tomando argumentos que recuerdan a la teoría de los dos demonios, los gobiernos supuestamente progresistas apoyan que Lugo apele a los militares para reprimir a las poblaciones campesinas. El mismo Lugo que había prometido la reforma agraria en su campaña electoral. Pero por si faltaba algo, el mismo día de la Cumbre hubo una nueva muestra de lo alejado que están estos gobiernos de los intereses del pueblo trabajador. Como relató este medio el 4 de mayo: "Un operativo de seguridad nunca visto en la región se ha desplegado en torno a la Cumbre de Unasur, ante la posibilidad de protestas contra algunos de los presidentes que participan de la misma". Más de 1200 efectivos para contener posibles movilizaciones "se espera que puedan intentar venir ambientalistas de Gualeguaychu. El otro temor de los organizadores, pasa por posibles movilizaciones de grupos de izquierda, por el tema Kraff u otros", relataba este diario. Queda claro cual es la respuesta de estos gobiernos para los reclamos populares. Una movilización de integrantes de la Asamblea de Gualeguaychú fue detenida en la localidad de Zárate, mientras Argentina y Uruguay aceptaron el fallo de la Haya y la empresa extranjera Botnia funciona tranquilamente.

En este marco, queda claro que la liberación y unidad de los países latinoamericanos no vendrá de la mano de estos gobiernos ni de sus cumbres, sino que la tarea de terminar con la presencia y dependencia imperialista depende de la movilización independiente de los trabajadores y el pueblo pobre de nuestros países, peleando por sus propios intereses y poniendo en pie sus propias organizaciones políticas en el camino de establecer gobiernos obreros y populares y una federación de repúblicas socialistas de América Latina.

VER NOTA EN: http://www.laautenticadefensa.com.ar/noticias.php?sid=73714

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