Desde principio de febrero se lanzó desde el Ministerio de Educación de la Nación y los Ministerios de Educación Provinciales una campaña para pintar escuelas, junto a agrupaciones kircheristas como La Cáceres de Campana. Esta campaña, que se titula “Florecen mil flores, pintamos mil escuelas”, tiene el objetivo de organizar jóvenes desde el propio estado para pintar escuelas y así suplir un déficit histórico en presupuesto para infraestructura en educación, mientras apuestan a conformar una juventud que sea motor de acción para la campaña electoral de Cristina 2011.
Pero lo que La Cáceres y las otras agrupaciones de la juventud K quieren tapar con tanta pintura es que el gobierno de Cristina viene dando un evidente giro a derecha desde que decidió desalojar el parque Indoamericano con la gendarmería, en acuerdo con su archienemigo, Mauricio Macri. Creó el Ministerio de Seguridad en respuesta a la lucha por vivienda digna (¿por qué no uno de vivienda?), a partir de ese momento decidió imponer más de 6 mil gendarmes en la provincia de Buenos Aires y dar rienda suelta a la bonaerense, en clara actitud represiva. No dudó en tomar la agenda de la derecha y planteó que “es lógico bajar la edad de imputabilidad”, de 16 a 14 años. Y ahí están los resultados; Mauricio y Franco asesinados en José León Suarez, 4 jóvenes golpeados y torturados por los gendarmes en San Miguel a la salida de un boliche, Lucas Rotella asesinado en Baradero y tantos otros casos de represión que suceden cada día en los barrios del Gran Buenos Aires y que son ocultados a sabiendas por las fuerzas policiales y la municipalidad.
Si la máxima del peronismo siempre fue “donde hay un derecho, hay una necesidad”, para el gobierno de Cristina y el de Scioli el lema parece haberse transformado y pasó a ser “allí donde haya una necesidad, hay un delito”, criminalizando a los jóvenes y a la protesta social.
Por eso, Cristina pidió en el mes de enero, ante un paro por aumento de sueldo de los trabajadores del puerto de Rosario, que “si van a protestar, háganlo mitad en la vereda y mitad en el cordón, para que la gente pueda circular”, tomando nuevamente la agenda de la derecha sobre los cortes de ruta y el derecho de protesta. Las patronales y los jueces tomaron su discurso y las consecuencias ya están a la vista; Poke Hermosilla, dirigente de la comisión interna de Kraft – Terrabusi procesado y embargado en $210.000 por cortar la Panamericana durante un conflicto con la patronal yanky , Víctor Ottoboni, delegado combativo de Fate, con juicio de desafuero gremial impulsado por la patronal de Madanes, aliada de los K en las internas de la UIA, Guillermo Bentancourt, perseguido por Tenaris – Siderca y expulsado por la UOM por exigir asambleas y votar un plan de lucha en el marco del conflicto salarial y las suspensiones de trabajadores en 2009, trabajadores precarizados de Pepsico que están en lucha para resistir los despidos y la lista sigue.
En los últimos días vimos por TV cómo los partidarios de Cristina y los de Scioli se pelean sobre el tema de la seguridad, en lo que pareciera ser un debate pre electoral sobre cuál es la mejor manera de reprimir, si con “mano dura” o con una seguridad democrática garantizada por gendarmes y la bonaerense (sic). Mientras tanto, Scioli no pierde el tiempo y hace bien “su trabajo”. Decidió, en acuerdo con el Ministerio de Educación provincial, profundizar la política represiva y no tuvo mejor idea que dictaminar que se pondrá un policía por escuela en toda la provincia el primer día de clases, no sólo para “¿cuidar?” de nuestros niños y jóvenes, sino también para darles “clases” sobre seguridad (¡!!!¡¡). Quieren meter en las escuelas a la fuerza que organiza la trata de mujeres para prostitución, que se encarga de gestionar el negocio de la droga, que realiza secuestros extorsivos, que está implicada en la desaparición de Julio López, en la de Luciano Arruga, que se le adjudican más de 1500 casos de gatillo fácil, que aún conserva en sus filas a 9026 agentes que fueron miembros de la fuerza en la dictadura. La policía bonaerense, la gran organizadora del crimen en la provincia de Buenos Aires estará amedrentando a niños y jóvenes ¿Dónde está el progresismo k?
Parece entonces que los jóvenes K y su gobierno no resisten archivo (¿sólo el de 6, 7 y 8?) y con la paráfrasis de la frase de Mao (“que mil flores florezcan”) y el revulsivo personaje de Oesterheld devenido en el “Nestornauta” como logo, pretenden sumar jóvenes para sostener un gobierno y un proyecto de país que nada tiene que ver con la revolución por la que peleaban los jóvenes de los 70, entre ellos el propio dibujante. Proponerles a los jóvenes que pinten escuelas como espacio de participación tiene un doble discurso perverso; no sólo porque esa es una tarea del estado que los K dirigen, desde donde se debería aumentar el presupuesto para educación, para salario docente y para construir escuelas, en lugar de pagar millonadas en deuda externa y dar subsidios a la educación privada y los empresarios, sino también porque limita el espacio de participación de la juventud como colateral o sustento (electoral) de un gobierno que mientras se pinta como progresivo, toma la agenda de la derecha y permite que sus empresarios amigos (¡y los que no lo son también!) sigan ganando fortunas a costa del trabajo en negro y precario de los jóvenes, criminalizándolos cuando se rebelan o salen a pelear para conquistar una vida mejor.
Por eso, mientras la Cáceres le pinta la cara al gobierno, los jóvenes revolucionarios del PTS militamos como en los setenta por la revolución, vibramos al calor de los procesos revolucionarios en el Magreb, nos identificamos con esos jóvenes y trabajadores aguerridos que se enfrentan a las dictaduras del norte de África para tomar el destino en sus manos y terminar con la explotación. A poco de cumplirse 35 años de la última dictadura retomamos el camino de la generación de los setenta para terminar con el capitalismo y sus miserias y construir una poderosa fuerza de jóvenes trabajadores y estudiantes que le declare la guerra a las patronales, a su estado y sus partidos; no como La Cáceres y los jóvenes K, cuyos dirigentes tienen cada vez más cargos en las oficinas del estado, las empresas y los medios oficiales. Nos proponemos poner en pie una juventud que enfrente a las políticas de criminalización y el gatillo fácil, que se una a los trabajadores en sus luchas y tome las calles contra las persecuciones a trabajadores como Víctor, el Poke o Guillermo, que luche por el trabajo, la educación, la salud y la vivienda para las mayorías populares, afectando las ganancias capitalistas, contra el doble discurso K y la oposición derechista.
Organízate con nosotros para impulsar una gran campaña democrática contra la policía en las escuelas, la gendarmería en los barrios, la criminalización de la juventud, la baja de la edad de imputabilidad y por la defensa de los luchadores populares.
VISITA EL SITIO DE LA JUVENTUD DEL PTS EN CAMPANA:
http://juventudptscampana.wordpress.com/2011/03/03/flores_marchitas/
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