Protesta gremial
No cede la tensión en el conflicto de Kraft
Intimaron a la firma; amenazas de bloqueo
El conflicto generado por los despidos en la firma Kraft (ex Terrabusi) dio ayer un vuelco con la decisión del Ministerio de Trabajo de obligar a la empresa alimentaria a garantizar el ingreso de los delegados de la comisión interna en la planta de General Pacheco, luego de que trascendió la intención de los trabajadores de bloquear hoy la entrada y la salida de materia prima y productos.
Si bien la intimación de parte de la cartera que conduce Carlos Tomada había sido comunicada en la reunión del 28 de septiembre, la resolución de anoche incluye un pedido al gobierno de la provincia de Buenos Aires para que "haga efectiva" la medida "con asistencia de la fuerza pública si fuere necesario", según el documento firmado por la secretaria de Trabajo, Noemí Rial, al que tuvo acceso LA NACION.
El endurecimiento de la postura del Gobierno llegó luego de la fallida reunión que las partes mantuvieron ayer en la sede de la cartera laboral, en la que la comisión gremial rechazó la oferta de Kraft de reincorporar a 20 de los trabajadores despedidos y suspendidos, en adición a los 30 que ya habían vuelto a trabajar el lunes.
Durante toda la jornada, partidos de izquierda y organizaciones universitarias se manifestaron frente a la sede del Ministerio de Trabajo, cortando dos carriles de la avenida Alem. También hubo cortes en la autopista Buenos Aires-La Plata. A las 18, junto a algunos trabajadores despedidos de Kraft marcharon hacia la Plaza de Mayo, donde improvisaron un acto de repudio al Gobierno, la cúpula sindical y la patronal empresaria.
Mientras tanto, sigue en marcha el proceso sumario iniciado por la Secretaría de Trabajo para multar a la compañía en 13.500.000 pesos por no respetar los fueros sindicales.
Por su parte, la empresa manifestó ayer a través de un comunicado que son seis los delegados que ya se encuentran desempeñando sus funciones, amén de otros 19 representantes del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA), que conduce Rodolfo Daer.
Encuentro con Moyano La resolución dictada anoche podría calmar los ánimos en el grupo de delegados, que ayer por la tarde dejó trascender su intención de bloquear las entradas de la planta de General Pacheco para afectar el movimiento de materia prima y productos. Esa posibilidad podría ser descartada definitivamente en la asamblea de trabajadores convocada para hoy, desde las 9, en la puerta de la empresa.
Con todo, la resolución no contempla el caso de Javier Hermosilla, uno de los delegados del turno noche de Kraft, considerado por los mismos trabajadores el "más aguerrido" de los turnos. Actualmente existe una orden judicial que impide a Hermosilla el desempeño de sus funciones.
El propio Hermosilla, junto al líder de la comisión interna, Ramón Bogado, y su esposa, María Rosario, se reunió por la tarde con el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, para pedirle que la central obrera lance un paro nacional por el conflicto de Kraft. El líder del sindicato de camioneros estuvo acompañado por el diputado Héctor Recalde y los secretarios Gremial, Jorge Omar Viviani, y de Capacitación, Juan Carlos Schmid, además de Daer.
Según pudo saber LA NACION, Bogado indicó que esperaba "algo más que un apoyo formal" de parte de la cúpula sindical, pero Moyano le retrucó que los tiempos y métodos de lucha de la CGT los marcaba la CGT y que un paro nacional no era aconsejable "en momentos en que se desea descomprimir la protesta social".
A pesar del traspié, en una conferencia frente al sindicato de camioneros Bogado calificó como "positivo" al encuentro e insistió en la convocatoria a la asamblea de las 9, pero sin mencionar la posibilidad del bloqueo en la planta de Kraft o de cortes de rutas y calles.
miércoles, 7 de octubre de 2009
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