seguirán con marchas a la embajada de EE.uu. y a la casa rosada
Los empleados de Kraft van por más
Ayer cortaron dos veces la Panamericana y en una asamblea a última hora decidían los pasos a seguir. Les pidieron una gestión a funcionarios de la gobernación bonaerense para frenar la orden de desalojo de una fiscal. La planta sigue ocupada.
Mariano Martín
11.09.2009
Caos. Los trabajadores de Kraft-Terrabusi, con apoyo de partidos políticos, cortaron la Panamericana a las 7 y a las 14.
Los trabajadores de la fábrica ex Terrabusi cumplieron ayer los dos cortes programados sobre la Panamericana y dijeron que preparan movilizaciones en los próximos días a la Casa de Gobierno, la embajada de Estados Unidos y la sede de la CGT. El personal de la planta de Kraft en General Pacheco interrumpió entre las 7 y las 9 el tránsito a la altura del kilómetro 35, en la intersección con Henry Ford, y repitió la medida entre las 14 y las 15.30. También hubo un corte en el centro porteño organizado por agrupaciones estudiantiles en solidaridad con el reclamo por los despidos en la fábrica.
El conflicto por las más de 150 cesantías producidas por la compañía de capitales estadounidenses volvió a librarse ayer en las calles, a instancias de los trabajadores y organizaciones políticas y sociales, y a través de nuevas comunicaciones de la empresa. Las protestas de los operarios ocasionaron largas colas de vehículos sobre la Panamericana y una congestión de tránsito por la tarde en la intersección de Córdoba y Junín, en el centro porteño, a raíz de una marcha organizada por la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) y varios centros de estudiantes. Las negociaciones entraron en una virtual parálisis luego de la decisión del Ministerio de Trabajo, dada a conocer este miércoles, de no prorrogar la conciliación obligatoria que estuvo vigente los 15 días previos. El conflicto comenzó con el envío de más de 150 telegramas de despido en agosto por parte de Kraft, con el argumento de que el personal cesanteado había protagonizado un mes antes manifestaciones violentas dentro del establecimiento.
El corrimiento de la cartera laboral fue interpretado por la empresa como una señal a su favor y provocó alarma entre los 50 despedidos que ayer continuaban dentro del establecimiento fabril, por entender que quedaban sujetos a una orden judicial de desalojo. La causa seguía en manos de la fiscal Laura Capra, señalada como responsable de la represión ejercida por la policía bonaerense este lunes.
Una delegación de trabajadores fue recibida ayer por funcionarios de la gobernación bonaerense. Darío Hermosilla, delegado del personal y despedido por la compañía, le dijo a este diario que un funcionario se comprometió a interceder ante la fiscal Capra para evitar un desalojo inminente, y que también prometió gestionar una prórroga de la conciliación obligatoria ante Trabajo.
El delegado informó que la entrevista fue gestionada por el secretario general de la gobernación bonaerense, José Scioli, hermano del gobernador Daniel Scioli.
La empresa insistió ayer, a través de un comunicado, en que los despidos no fueron “por causa gremial” sino por “una violenta manifestación dentro de la planta, sin permitirle a la gente que salga del lugar”. “Los despidos se realizaron por estos hechos de violencia e intimidación, que la empresa no va a tolerar y por eso se les iniciaron acciones en la Justicia”, alegó en el escrito el director de Asuntos Corporativos de Kraft, Pedro López Matheu.Hermosilla, por su parte, confirmó que entre anoche y hoy se decidirán en asambleas los pasos a seguir, y adelantó que entre las opciones inmediatas se analizaban marchas a la Casa Rosada, la embajada de Estados Unidos (de donde provienen los capitales de la compañía) y la CGT, que luego de pronunciarse a favor del personal despedido se desentendió del tema. Los trabajadores dependen en lo gremial del sindicato de la Alimentación, cuya filial bonaerense maneja Rodolfo Daer.
nota: http://www.criticadigital.com.ar/impresa/index.php?secc=nota&nid=30618
viernes, 11 de septiembre de 2009
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